Bangkok, 18 ene (EFE).- El Tribunal Supremo de Birmania (Myanmar) examinó hoy el recurso presentado por la líder opositora Aung San Suu Kyi a su condena de 18 meses de arresto domiciliario, última oportunidad para que salga en libertad por la vía judicial.
A la salida de la presentación de los argumentos, Kyi Win, del equipo de abogados de la defensa, aseguró que la ley está del lado de Suu Kyi, de 64 años, y que esperan que se pronuncie el fallo en las próximas semanas, antes de un mes.
La Nobel de la Paz en 1991 ha perdido hasta la fecha todos los recursos presentados contra su condena.
Argumentan sus abogados que se juzgó y condenó a Suu Kyi con una legislación contenida en la Constitución de 1974, que fue derogada por la Carta Magna aprobada en referéndum en 2008.
Los fiscales mantienen por su parte que siguen en vigor los artículos referentes a la seguridad nacional aplicados en este proceso.
El 11 de agosto pasado, Suu Kyi fue sentenciada a tres años de prisión y trabajos forzados por haber acogido en su casa a un intruso estadounidense, pero la pena fue conmutada por año y medio de confinamiento domiciliario por orden directa del jefe de la Junta Militar, el general Than Shwe.
Los birmanos están obligados por ley a comunicar a las autoridades si un extranjero pernocta en su casa.
Suu Kyi ha pasado 14 de los últimos 20 años bajo arresto domiciliario por pedir de manera pacífica reformas democráticas en su país, donde es popularmente conocida como "La Dama".
El Gobierno de Japón instó este fin de semana a la Junta Militar birmana a poner en libertad a la opositora de cara a las elecciones legislativas que se celebrarán este año.
En este sentido, el portavoz del partido Liga Nacional para la Democracia (LND) y también abogado de Suu Kyi, Nyan Win, indicó a una radio de la disidencia que los comicios que planea el régimen carecerán de legitimidad si su cliente no participa.
La comunidad internacional también ha pedido a las autoridades birmanas que de cara al plebiscito excarcelen a los cerca de 2.200 presos políticos.
Suu Kyi, cofundadora y jefa de la LND, y otras formaciones de oposición y minorías étnicas han anunciado que boicotearán estas elecciones porque no reconocen la Constitución de 2008, que concede al estamento castrense un cuarto de los escaños del Legislativo, entre otras cosas.
Birmania está gobernada por militares desde 1962 y no celebra elecciones democráticas desde 1990, cuando Suu Kyi y su partido ganaron con el 82 por ciento de los votos, resultado democrático que los generales derrotados nunca han acatado.