Un lápiz, unas zapatillas, un osito, un libro de mandalas, una silla de ruedas, un dibujo, un ordenador, una cuna, una bañera infantil, un cepllo de dientes, un balón de futbol, un puzzle, una pizarra...
Son miles de paquetes de paz que han ido llegando y que pueden marcar la gran diferencia para los niños refugiados en la frontera de Birmania esta Navidad. Pero aún pueden llegar más... Juntos podemos cambiar Birmania.
Nosotros no hace mucho tambien fuimos refugiados, por esa razón te pedimos que busques en tu casa, en tu oficina o en tu colegio que te sobra y nos lo hagas llegar a la oficina más proxima de MRW.
Pón tu compasión en una caja de zapatos y ayuda a combatir la persecucción, el exilio y la justicia... son para los niños refugiados birmanos.