Bangkok, 16 nov (EFE).- La principal opositora birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, ha pedido una reunión con el presidente de la Junta Militar de Birmania (Myanmar), el general Than Shwe, para colaborar en beneficio de la nación, informó hoy uno de sus abogados.
El letrado Nyan Win dijo que Suu Kyi, de 64 años, que envió la misiva la semana pasada, también ha pedido permiso al régimen para poder reunirse en su casa con la ejecutiva de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el único partido de oposición que resiste la presión del Gobierno, según las informaciones llegadas a Bangkok.
Suu Kyi cumple una pena de 18 meses de arresto domiciliario, castigo que ha sufrido 14 de los últimos 20 años por pedir de forma pacífica reformas democráticas en el país.
La noticia de la carta de Suu Kyi al general Than Shwe, la segunda tras la que escribió en septiembre para ofrecer sus servicios para conseguir que la comunidad internacional levante algunas de sus sanciones, surge después de que el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidiese su liberación.
Obama se reunió el fin de semana pasado en Singapur con los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre ellos el primer ministro birmano, el general Thein Sein.
La ASEAN está formada por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Estados Unidos ha modificado su política hacia Birmania en los últimos meses para combinar el diálogo directo con las sanciones y envió el mes pasado al país asiático la delegación de más alto nivel en 15 años.
Birmania, que aprobó en 2008 una Constitución que entrega al estamento castrense un cuarto de los escaños del Legislativo, celebrará elecciones parlamentarias el año próximo.
La comunidad internacional desea que los comicios sean lo más libres y justos posible y que antes se ponga en libertad a los cerca de 2.200 presos políticos del país, incluida Suu Kyi.
Una dictadura militar gobierna Birmania desde 1962 y no se organizan elecciones desde las celebradas en 1990, que ganaron Suu Kyi y la LND con el 82 por ciento de los votos, aunque las autoridades nunca reconociesen la derrota.