Win Aung, hombre de confianza del depuesto primer ministro Khin Nyunt, dirigió la diplomacia birmana entre 1998 y 2004, un periodo en el que el país asiático salió del ostracismo internacional e ingresó en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Antiguo oficial del servicio de inteligencia militar, Win Aung fue la única persona encarcelada en los cambios ocurridos en la cúpula de la Junta en septiembre de 2004 y que supuso la victoria de la línea dura del régimen.
La muerte de Wing Aung se produce cuando el Gobierno birmano continúa con las detenciones de opositores: 50 en octubre, incluidos periodistas y estudiantes, según la Asociación de Asistencia para los Prisioneros Políticos (AAPP).
De acuerdo con este grupo, en Birmania hay encarcelados 2.168 presos políticos, todos ellos clasificados como delincuentes por las autoridades.
Birmania está gobernada por una dictadura militar desde 1962 y planea celebrar elecciones parlamentarias el año próximo, aunque las últimas organizadas, en 1990, fueron anuladas porque venció la oposición democrática encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.