martes, 10 de noviembre de 2009

¿Por qué huyen Paw y los demás niños birmanos?- Campaña Solidaria para Niños Refugiados Birmanos- PAQUETES DE PAZ


Paw se acurruca junto a su hermano en la cocina, bajo la ventana. A través de las paredes de bambú ven soldados con fusiles, que buscan muchachos jóvenes para llevar consigo.

Paw es sólo un delgado pequeño de ocho años, así que los soldados no van a llevarlo. Pero si ven a su hermano, lo obligarán a acarrear pesadas cargas a través de zonas peligrosas donde hay guerra. Vive en el orfanato de la Dra. Cynthia. Extraña a sus hermanos en Birmania. Le gusta jugar al fútbol, nadar, jugar en la jungla. Sueña con ser jugador de básquet

Los hermanos están muy asustados. Se abrazan fuerte hasta que la mamá entra en la cocina y dice:
– Los soldados se fueron ahora. Tuvimos suerte, pero deben huir de aquí.
Se marchan ya el día siguiente. La mamá preparó dos atados de ropa y comida. Llora y le dice a Paw que escuche a su hermano y que sea bueno. Paw querría que lo abrace, pero la mamá se da vuelta.
Durante dos días caminan por un angosto sendero en la jungla. Vadean el río limítrofe haciendo equilibrio con los bultos en la cabeza.
Finalmente los acercan a la clínica Mae Tao. Allí conocen a la doctora Cynthia.
– Vengan a vivir conmigo unos días, los invita.
Durante tres días, Paw juega con los niños en casa de Cynthia. Luego comprende que tendrá que vivir en uno de los orfanatos de Cynthia, en un campo de refugiados al sur de la ciudad. Htoo k’Paw está contento, pero también muy nervioso. Su hermano se quedará trabajando en la clínica y por primera vez Paw estará solo.

Extraña a la mamá
Paw ya vivió cinco años en el campo de refugiados. A veces, cuando está acostado en su cama por las noches, piensa en su mamá en Birmania.

– Entonces me pongo muy triste, pero nunca se lo cuento a nadie, confiesa.

Suele acurrucarse con su amigo. En la oscuridad, murmuran sobre el próximo partido de fútbol y sobre ir a su lugar especial en la jungla fuera del campo. Entonces se siente mejor.

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