viernes, 31 de julio de 2009

Suu Kyi es una margarita que la Junta Birmana pretende deshojar por Concha Pinós


Desde que el pasado 14 de mayo la Junta Militar Birmana traslado a Daw Suu Kyi a la Prisión de Insein, desde que un " presunto nadador" cruzó el lago sabiamos que la Junta habia iniciado con Suu Kyi un proceso de deshojar la margarita hasta el final.


Than Shwe dictador- militar, mientras supira, medita y se pregunta con quiene va a firmar los proximos convenios de gas o que modelo economico le conviene más ¿ China, India, Corea? . Suu Kyi se pudre en la prisión.


Ya sabemos que en el amor y en la politica darse un sí es a veces complicado. El sí de la condena está garantizado, pero deshojando la margarita tienen tambien más juego mediático hasta la elecciones. La participación politica de Daw Suu en las proximas elecciones del 2010 está expresamente prohibida y la Junta ya ha puesto más margaritas a deshojar: los 29 lideres de la NLD que detuvo ayer, las matanzas contra las etnias, la miseria absoluta de los birmanos dentro y fuera de sus fronteras. Y quien puede garantizar que no preparán otro descabezamiento de margaritas


Esta pasión por deshojar margaritas se está extendiendo tambien a la Comunidad Internacional que parece que preferimos recoger los pétalos de Daw Suu Kyi, y glorificarla muerta como una lider que lucho hasta el final que permitir que la margarita viva y gobierne como le pertenece


Yo tambien me pregunto cuantas hojas le quedan a la margarita birmana. La falta de credibilidad en cualquier proceso que venga de la Junta Militar Birmana es total a nivel internacional e interno. El proceso del juicio de Daw Suu y las elecciones del año proximo puede ser más que una margarita una rosa con espinas para los generales birmanos. El jardinero ya está harto de que le pisen las flores y la noviolencia tambien tiene unos mecanismos de defensa.


¿Alguna vez haz deshojado una margarita y has quedado satisfecho con la respuesta despues de haber finalizado?. La Junta está aporreando a la comunidad internacional para validar su proceso electoral, pero sin entrenamiento maduro y con plantel de margaritas que tocan a su fin. A lo mejor los indecisos no son los militares birmanos si no todos nosotros que cegados pretendemos que el proceso birmano se resuelva solo o lo resuelva los paises vecinos, o las Naciones Unidas, o los pobres birmanos que no tienen ni arroz que echarse a la boca.


Ante las elecciones que se avecinan más que una margarita deshojada tenemos un enfermo crónico de egoismo: el general. No es que los birmanos quieran ser gobernados por tiranos, no es que no sepan lo que quieren, no es que no lo tengan claro, no es que no se enteran. Si las elecciones fueran libres la participación sería altisima. Es que están cansados de caminar en el desierto, de haber atravesado kilómetros bajo el sol y cuando llegaban a un oasis se quedaban mirando el agua, planteandose si beber o no beber. Sin saber si no sería de nuevo una trampa.


Estan preparados para lo peor: quedarse sin margaritas. Aunque si mueren las margaritas la Junta Militar ya no podrá sostener ningun ramo más... ¿qué haran entonces?. No podemos prolongar la agonia de la margarita birmana, hay que vacunar al enfermo contra el virus de la crueldad, el horror y la tortura. Vacunar tambien a las empresas transnacionales de pequeñas a medianas y a los ladrones de flores que asaltan los jardines impedirles el paso


Seamos un poco conscientes de la naturaleza de la mente criminal de la Junta Birmana. Pensemos que hay cosas que pueden evitarse en pos de una reconciliación nacional, de una convivencia justa y respetable con los otros. Than Shwe tiene que aceptar las calabazas de Suu Kyi y el pueblo birmano. Porqué necesitaria 55 millones de margaritas antes de atreverse a jugar con las ganas de libertad de los birmanos