lunes, 31 de agosto de 2009

Aung San Suu Kyi quiere reformar su casa para evitar incidentes como el de John Yettaw

Nyan Win, portavoz del partido de Suu Kyi, Liga Nacional para la Democracia (LND), aseguró que la premio Nobel de la Paz está preocupada por la seguridad después de que Yettaw consiguiera cruzar el lago que rodea la casa y entrar en ella el pasado mayo, informa la BBC.

Este incidente provocó la detención de Suu Kyi y el posterior juicio por violación del estatus de su arresto. En un largo proceso que acabó hace sólo unas semanas y en el que sólo se permitió la comparecencia de dos testigos de la defensa, la líder opositora fue condenada a tres años de trabajos forzados, sentencia que la Junta Militar revocó por 18 meses de arresto domiciliario.

Para que esto no se vuelva a repetir, Win explicó que Suu Kyi, de 64 años, ha contactado ya con varios arquitectos para hacer los oportunos cambios en su vivienda de Rangún, de donde no ha podido salir en 14 de los últimos 20 años por los arrestos a los que la ha sometido la Junta Militar.

No por esperada menos indignante por Eloy Isorna

    En este mes de AGOSTO 2009 se ha producido en Birmania la CONDENA A SUU KYI, la líder democrática, con la intención de que no pueda presentarse a las elecciones de 2010. No ha habido mucha reacción a esta patraña del régimen dictatorial, que cuenta con aliados políticos orierntales y económicos de occidente. Pero es el momento de hacer algo denucnciándola, ahora. Eloy lo cuenta y propone acciones.
Este verano, en pleno mes de Agosto, se ha producido un acontecimiento que no por esperado ha sido menos indignante. El régimen dictatorial de Birmania, donde no se mueve una hoja sin la aquiescencia de la Junta Militar, ha condenado mediante sentencia, y previo esperpéntico juicio, a la líder birmana y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi a nada más y nada menos que a tres años de trabajos forzados, bajo la excusa de que había violado las condiciones de su arresto domiciliario en el que se encontraba, al admitir a un intruso en su casa a la que llegó con ocultamiento, sin el conocimiento ni la colaboración de Suu Kyi, y alegando razones de ser “enviado de Dios” o similares.

En una pirueta de marketing político la Junta Militar ha conmutado inmediatamente y “motu propio”, que se sepa, la mencionada sanción de tres años de trabajos forzados por 18 meses de retención domiciliaria.

Las razones últimas de lo sucedido, la instigación de la intrusión, el hecho de que el intruso hubiera podido burlar la vigilancia de la casa de Suu Kyi etc. permanecen en la más absoluta oscuridad. De hecho el régimen ha puesto prontamente “tierra por medio” expulsando al intruso (Yettaw), de nacionalidad norteamericana, a su país de la mano de las “curiosas” gestiones del senador Jim Webb, tradicionalmente contrario a las sanciones a Birmania, y que consiguió entrevistarse también con Suu Kyi hace unos días. .

El senador salió de la reunión con la Premio Nobel manifestando que ésta no se opone a levantar las sanciones contra Birmania, pero según manifiesta Nyan Win, portavoz de la Liga Nacional para la Democracia (NDL) el Partido promovido por Suu Kyi, ello no es así, y dice que la Premio Nobel sigue abogando por las sanciones y que se detenga toda inversión extranjera en Birmania.

Entre estas inversiones extranjeras en Birmania están las de la empresa francesa TOTAL que han sido muy criticadas, pero, según parece, la empresa alega, como razón concluyente, entre otras consideraciones, que si ellos se retiran de Birmania, su lugar será ocupado por empresas chinas o de otras nacionalidades.

En todo este flujo y reflujo de declaraciones y acontecimientos, una cosa está clara, el régimen con este juicio y su injusta sentencia está intentando conseguir que Suu Kyi no pueda ser candidata para las elecciones de representantes parlamentarios previstas para el próximo año 2010 de acuerdo con la nueva Constitución con al que se ha dotado el régimen.

Con motivo del juicio y condena de Suu Kyi se han producido multitud de declaraciones de condena al régimen dictatorial birmano y peticiones de mayores sanciones para los miembros de la Junta Militar y todo lo que representan. Pero ya vemos con la actitud y “razones” esgrimidas por empresas como TOTAL, que el aislamiento del régimen birmano cuenta con poderosísimos obstáculos no sólo políticos por la oposición a las sanciones de China, India y Tailandia, sino también de intereses económicos empresariales que en definitiva también presionan a sus respectivos gobiernos en contra del aislamiento total del régimen birmano.

El veredicto final de 18 meses de detención domiciliaria para Suu Kyi no ha logrado alcanzar la declaración de condena unánime, que sería deseable, de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Muchos miran a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como el mejor interlocutor posible para conseguir que el régimen imperante en Birmania inicie de forma creíble el camino de su democratización y el respeto a los derechos humanos, pero como hemos indicado son muchos los intereses y factores que están en juego y no todos los vientos soplan a favor de la democracia.

Es evidente que uno de los factores fundamentales que podría mejorar la situación será que la población birmana tome conciencia de la opresión, abuso y crimen a que está siendo sometida. Lo hemos comentado en nuestro artículo de 14 de mayo de este año dedicado a la situación de Birmania bajo el título Brotes verdes para Birmania (enlace: http://www.atrio.org/?p=1744)

Emma Larkin expone bien la situación de Birmania comparándola con los libros de Orwell, especialmente “Rebelión en la Granja” y “1984″ en su interesante libro “Historias Secretas de Birmania. A la sombra de George Orwell (Editorial Altaïr. Badalona. 2008)

Es verdad que cada vez más la población europea y especialmente la española va teniendo conocimiento de la situación en Birmania, pero muchos turistas occidentales siguen sin ver más allá de sus narices cuando visitan Birmania.

Es verdad también que la Unión Europea y muchos políticos occidentales siguen clamando contra el régimen birmano, pero los frutos de las sanciones y declaraciones no llegan a producirse en la forma deseada.

Recientemente en un artículo publicado en El País (13-08-2009), titulado “Un símbolo de esperanza y rebeldía”, el Primer Ministro del reino Unido, Gordon Brown, se hacia eco de la desazón y desolación que la reciente condena de Suu Kyi ha producido y del hartazgo que en Occidente vienen produciendo los crímenes de la dictadura birmana y la permanencia en el poder de la Junta Militar que se renueva a si misma. Pero da la impresión de que nadie ve una salida pronta ni fácil hacia la democracia y el respeto a los derechos humanos continuamente conculcados por el poder dictatorial birmano. El mismo Gordon Brown, concluye su artículo con unas palabras que invitan más a la inquietud que a la esperanza, pues dice:

“Una vez más nos solidarizamos con Aung San Suu Kyi, el rostro humano de la tragedia birmana, pero las palabras y las buenas intenciones ya no son suficientes

(Enlace: http://www.elpais.com/articulo/opinion/simbolo/esperanza/rebeldia/elpepiopi/20090813elpepiopi_5/Tes )

LA ACCIÓN POSIBLE

En un comunicado de “Birmania por la Paz en España” de 12-08-2009 se nos invita a mostrar nuestro rechazo de esta nueva condena a Suu Kyi, a escribir a Naciones Unidas y a los Gobiernos y se recuerdan algunos de los horrores bajo los que vive la población de Birmania. Entre otras cosas dice:

“La Comunidad Internacional no puede permitir que Suu Kyi siga presa.
No podemos conformarnos con la promesa fallida de un dictador que
debería ser juzgado por crímenes contra la humanidad, por ello hemos
hemos elevado a publica una petición al Grupo de Detención Arbitraria
de Naciones Unidas en Ginebra en la figura de su máxima
representante la española Dña. Manuela Carmena Castilla, para
solicitarle su intervención urgente”.

Envíale este mail a
wgad@ohchr.org

Le pedimos que investigue los crímenes cometidos por los generales
birmanos y que sean juzgados por Crímenes Contra la Humanidad en la
Corte Penal Internacional.

En los próximos meses Inglaterra y Estados Unidos tendrán la
Presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y el próximo
2010 España tendrá la Presidencia Española de la Unión Europea-
Obama, Brown y Zapatero son nuestras mejores bazas para actuar.

Eleva tu petición para investigar y perseguir a los Generales
Birmanos es una campaña internacional. Para presionar más a Obama,
Brown y Zapatero. Un informe reciente de la Universidad de Harvard
realizado por los juristas más prestigiosos revela que la Junta
Militar ha reclutado a cientos de miles de niños a ser soldados, que
más de un millón de personas se han visto obligados a huir de sus
casas y malviven en la frontera de Tailandia, innumerables casos de
asesinatos, torturas, violaciones y la masacre de más de 3000 aldeas
de las etnias- más que en Darfur.. Vamos a unirnos y pedirles que les
pasen las cuentas a los generales.

Birmania por la Paz es miembro de la Red Internacional de Apoyo a la
Democracia en Birmania, miembro del TBBC ¨( Thai Burma Border
Consortium), realizamos acciones de lobby, advocacy, sensibilización
y hoy: te pedimos que actúes para acabar la tiranía de los generales.
Envía la petición a Naciones Unidas y al Presidente Zapatero, envíalo
a familiares y amigos, haz llegar este mensaje alto y claro al
Consejo General de Naciones Unidas: Aunque tengamos que marchar todos
a Rangún, Aung San Suu Kyi debe ser liberada.”

Se puede solicitar más información a Birmania por la Paz en la siguiente dirección de correo electrónico: birmaniaporlapaz@yahoo.es
O también a la siguiente dirección y teléfonos:


    Dra. Concha Pinós
    Directora Birmania por la Paz
    TBBCSpanish Member - BurmaCampaign Spain
    902104787 /34.93.414.48.78 / 639419772
    www.birmaniaporlapaz.org

Otras fuentes de información que facilita “Birmania por la Paz”:

- El informe de Harvard
http://www.law.harvard.edu/programs/hrp/newsid=59.html

- Petición al Grupo de Detención Arbitraria de Naciones Unidas en
Ginebra
http://birmaniaporlapaz.blogspot.com/2009/08/birmania-por-la-paz-deplora-la.html

domingo, 30 de agosto de 2009

Los olvidados presos politicos birmanos: Yettaw ha vuelto ha casa, pero que pasa con los otros

In recent weeks the Burmese military regime turned on the charm for US Senator Jim Webb in an attempt to ease trade sanctions between the two countries.

The regime allowed Senator Webb to fly out with eccentric US citizen John Yettaw, who was released on "humanitarian grounds" after being sentenced to seven years hard labour for illegally entering Daw Aung San Suu Kyi's house.

The senator's high-profile visit did nothing for Mrs Suu Kyi's freedom - a result of Yettaw's home invasion; her house arrest was extended by 18 months. Nor has the senator's meaningful dialogue with the regime gained anything for Burma's 2,100 other political prisoners.

The regime's quick release of Yettaw drew flak from Ko Bo Kyi, a former political prisoner and the co-founder of the Assistance Association for Political Prisoners (AAPP).

"Yettaw's release, and Senator Webb's mission, was a political stunt organised at the expense of political prisoners in Burma. It deflects attention away from the real issues - 500,000 displaced ethnic people, thousands of political prisoners and the continued house arrest of Aung San Suu Kyi."

Closed off and isolated from much of the outside world, the military regime has in recent months, in spite of Yettaw's highly publicised release, stepped up its attacks on what it perceives as enemies of the state - its own citizens and its political opposition. The regime has created a climate of fear throughout Burma, using a vast network of security agencies, informers and neighbourhood spies to create a sense of paranoia were nobody is to be trusted. Secret police and para-military thugs have been dispatched in hundreds of night raids to drag opposition politicians, journalists, labour activists, artists, comedians, internet bloggers and Buddhist monks and nuns from their beds.

Those arrested are rarely charged, instead they are held, interrogated and tortured for days or months without access to lawyers or family in secret detention centres, jails or police cells. When prisoners are finally taken to court, it is usually behind closed doors or locked prison gates and without legal representation. Draconian sentences handed down in the last few months have ranged from three to 69 years for acts of civil disobedience.

The latest arrests are regarded by international observers as serving another purpose _ a cynical move by the regime to put political opponents in jail and out of the way before multi-party elections are held in 2010.

David Mathieson, the Burma researcher for New York-based Human Rights Watch, explains: ''Burma's leaders are clearing the decks of political opponents before they announce the next round of sham political reforms. The arrested, represent a broad section of civil society _ monks, artists, poets, writers, lawyers, doctors, activists and journalists.

''What they all have in common is a desire to see an end to the regime. The outcome of the elections is crucial to the regime's plans to solidify its power and continue its political dominance.''

BO KYI: Jailed for the first time in 1990 for leading a demonstration for the release of political prisoners. PHOTOS: PHIL THORNTON

In spite of local and international condemnation of the arbitrary arrests, the regime continues to jail its opponents, Human Rights Watch estimates that Burma has 2,100 prisoners' rotting away in prisons, more than double the figure in 2007, and since October last year, 350 political activists have been jailed.

These include :

Labour activist Ma Su Su Nway, who was arrested on Nov 13, 2007, attempting to put up an anti-government poster. A year later she was sentenced to 12 years and six months, later commuted to eight years and four months. She is serving her sentence in the remote Kale Prison, 680 kilometres from Rangoon.

- Gambari, one of the monks who led the September, 2007, protests, also known as the ''Saffron Revolution''. The regime took its revenge and sentenced U Gambari to 68 years in jail, 12 to be served as hard labour.

- Min Ko Naing, a leader of the 1988 student uprising and chair of the All Burma Federation of Student Unions. A strong believer in non-violent civil disobedience protests against military rule, after a series of court hearings he was sentenced on Nov 11, 2008, to 65 years in jail.

- Zargana is the stage name of U Thura, Burma's most famous comedian. After the devastation of Cyclone Nargis, Zargana organised aid deliveries to people in 42 villages. He received threats from the military to stop. He was arrested on June 4, 2008. He was given a total of 59 years in jail, later reduced to 35 years. He is serving his sentence in a one square metre cell, in the remote Myitkyina Prison, in Kachin state, northern Burma.

- Nilar Thein was a high school student when she first took to the streets in 1988 to protest for political change in Burma. In 1991 she was jailed for two months.

In 1996 she was arrested again for protesting against the government and jailed for nine years. In spite of the harsh jail sentences, Nilar Thein refused to give up her right to protest. In August, 2007, she marched with her husband, Kyaw Min Yu, to protest at high fuel costs. Her husband was arrested on Aug 21, 2007. After avoiding arrest for a year, Nilar Thein was captured on Sept 10, 2008. On Nov 11, 2007, Nilar Thein and 13 other political activists, including her husband, were sentenced to 65 years in jail.

AAPP says Burma has 44 prisons and at least 50 labour camps, dependent on the regime's infrastructure projects at the time. Many of the jails do not have hospitals, and at least 12 of them do not have a doctor. The regime jails political prisoners in remote areas as a deliberate ploy to obstruct family members from visiting and delivering much needed food and medicine.

IN JAIL I LEARNED I HAD NO FUTURE

In a small wooden house inside a tree-lined compound on the Thai Burma border, a group of men and women tap at computer keyboards, talk on mobile phones and show guests around a reconstruction of a prison cell. They work for the AAPP and all are former prisoners. Their sentences ranged from 14 years for writing leaflets, to five years for attending student demonstrations.

KYI KYI: Imprisoned for violation of the Illegal Publication Act.

Bo Kyi, a founding member and now secretary of the AAPP, has made it his life's work to ensure these prisoners will not be forgotten. Bo Kyi was jailed for the first time in 1990 for leading a demonstration for the release of political prisoners: ''I was sentenced to three years hard labour. I was interrogated and tortured for 36 hours. I was given no food or water, and was kept handcuffed and blindfolded.'' Bo Kyi was denied access to his family and says they did not know what had happened to him.

''I was put in a small cell, I could see blood and many names, including those of my friends, on the walls. I was not allowed to shower for nine days.''

In spite of the torture and beatings Bo Kyi was determined to stay positive.

''I wanted to study. I had an English dictionary smuggled in. I ate the pages as I learned them. I also learned I had no future. It [jail] taught me to live in the present, otherwise I would have gone crazy thinking about the future.''

Despite this, Bo Kyi is not out for revenge. ''Those who tortured me are also victims of the system. Sooner or later Burma will change, the people want change, but in the meantime people will have to speak out. International NGOs working inside Burma have been silenced, but they need to speak out. We can't let our brothers and sisters rot in jail because they had the courage to protest for change.''

THEY STRIPPED AWAY OUR HUMANITY

Bo Kyi introduced me to a woman who seemed full of energy and laughter, despite having endured similar experiences.

Kyi Kyi (pronounced Gee Gee) Khin covers stories about the lives of migrant workers and refugees in her work as a video journalist for the Democratic Voice of Burma.

''I was a member of the All Burma Students Federation Union. We wrote a newsletter. I also worked as an election campaigner for the NLD in the 1990 election. I think this was the real reason for my arrest. They wanted political campaigners out of the way.''

Kyi Kyi says it is easy for security agencies to know what political activists are up to: ''We had to submit all our travel arrangements and our planned activities to the local authorities. We had to give them all the details. It's similar to now, but now it's even harder. They know everything about us.''

Kyi Kyi was arrested and taken to Military Intelligence 4, in the Bassein Division in the Irrawaddy District.

''I was locked in a dark room for 28 days. I couldn't tell when it was night or day. The floor was concrete; I had a bed base, a pot for a toilet. Water was only given at meal times.''

Kyi Kyi felt the process was meant to humiliate political prisoners.

''You were only allowed to use the pot in the morning, at 6am. The smell was disgusting. When they fed us they slide a plate through a panel at the bottom of the door. They fed us twice a day, we had to eat in the dark _ it could have been anything.''

Kyi Kyi says she was not beaten, but the mental torture was constant.

''I was interrogated five times in 28 days, I had to stay on my feet all night, it was difficult. It was November, very cold, I got sick with fever. I couldn't sit down during the interrogations. I had to lean on the wall.''

Kyi Kyi's brave face breaks as she talks of her dignity being stripped from her by her tormentors. Her laughter turns to tears as she remembers.

''You can't see, you can only guess what's going on. Next to my cell a 16-year-old boy sobbed, on the other side a 60-year-old man continually cried for water.''

Kyi Kyi responded to their plight with the only weapon she had: ''I tried to comfort them by shouting and singing student songs. I had to do something. We were being stripped of our humanity.

''After 28 days I was transferred to jail, I was not charged. I was kept isolated, but at last I was given a shower. I smelled so bad. I had worn the same clothes for 28 days _ they stank and had rotted on me.''

Kyi Kyi, now 43, says being kept in the dark wore her down.

''I was so angry I kicked the door, I screamed, I cried. Most of the other prisoners had left. It was now so quiet. I could hear my heart beating.''

Kyi Kyi was taken to a special court in the jail were she was charged under the Illegal Publication Act and given two years prison.

''Jail was always bad, the food was bad, the rice was never cooked well and it was not always edible. Before I was charged I was kept separated from the prison population, after I was charged we all mixed together. We learned from each other. Thieves taught us how they operated and we talked politics with them.''

After two years, in 1992, Kyi Kyi was released. She stayed in Bassein, and from 1992 to 1995 worked with other political prisoners bribing guards to let them take food and medicine into the jails.

When the regime arrested its then Prime Minister and Military Intelligence chief, General Khin Nyunt, Kyi Kyi took advantage of the confusion during the dismantling of the Military Intelligence infrastructure to leave for Thailand.

''I told no one I was leaving. My father was worried, he didn't know where I was, so he travelled to Thailand to look for me. On his return he was arrested and sentenced to eight years for communicating with illegal political groups. My father is still in Insein jail, he's now 70, has high blood pressure and his health is failing.'' Kyi Kyi's family is not allowed to visit her father.

''In Burma, if one person is involved in politics the whole family will suffer. The family, the children, are denied promotions or education and will lose their jobs.''

Kyi Kyi says prison taught her a lot about herself and maintaining her dignity even when it seems hopeless.

''I followed my beliefs and kept my values. Political prisoners even got respect from guards and other prisoners because of our resolve.''

Following the regime's crackdown in September, 2007, many people were dragged from their homes by plainclothes police and taken to army interrogation centres. Myat (not her real name) was one of those arrested.

''They came for me at my home on Oct 10. I was taken to a detention centre and interrogated for five days before they sent me to Insein jail.'' Myat, 19, was studying law at a Rangoon University and was a youth member of Aung San Suu Kyi's National League for Democracy. Myat is thin, shy and hardly fits the ''enemy of the state'' image bestowed on her by military intelligence. Over the next 15 days Myat was shifted back and forth between the jail and detention centre.

''I was terrified. Each time they said they'd release me, but they kept questioning me about who I worked for. The detention centre was dirty _ dirty food, dirty water, dirty floor and a dirty blanket.''

Myat worried about being tortured.

''I could hear people crying all the time, at night the lights were broken. I was scared they would come and beat me. Other people were terrified of ghosts. It was bad place where bad things happened to people.''

Myat's small, windowless cell was hot and cramped. She shared it with a sick seven-month pregnant woman who was arrested for watching the protests from a teashop.

''She was worried about her baby, she cried all the time. The guards told her to shut up. They came into the room and roughly massaged her belly, after that her baby didn't move again. I think it died. I felt so sad for her. She suffered a lot.''

The authorities confiscated Myat's possessions, leaving her with only the clothes she was wearing when arrested.

''They lied. They told my family I'd been released but I was still in Insein jail with four other women who had been arrested for watching the protests from a teashop. I had been held for about a month before my aunt found out where I was. She brought me food and clothes. They intentionally moved me again, so my family wouldn't know where I was.'' Myat was to remain locked-up for two-and-half months. She was eventually released after signing a statement admitting her ''crimes''. Free, Myat avoided politics and was afraid to contact her friends. She worried about the strangers loitering outside her house and those who stood too close to her when she was talking.

''I couldn't take any more. With the help of the underground movement I made my way to Thailand. I want to go back to Burma, all my family is there, but if I do, it will be dangerous for me. I don't want to spend my life in jail.''

La Impotencia de China editorial del Irrawaddy

The increased tension and fighting between Burmese troops and ethnic armies along the Sino-Burmese border has sent thousands of refugees fleeing to China. This has prompted Chinese foreign ministry officials to express hope that Burma can “properly deal with its domestic issue to safeguard the regional stability of its bordering area with China.”

Authorities in the southeastern Chinese province of Yunnan say some 10,000 people have already fled across the border from Burma in recent days due to the recent clashes. Most are Burmese-born Chinese and Chinese nationals living along the border.

Over the past few months, Beijing has been engaging in quiet diplomacy with Naypyidaw to urge the Burmese junta to solve the ethnic issue along the border in a peaceful way. When Gen Maung Aye visited Beijing in June, Chinese leaders again requested him not to use force against ethnic ceasefire groups and to maintain stability there.

Burmese leaders are also reportedly unhappy, as Chinese continue to support ethnic groups along the border. Many Burmese military leaders harbor anti-China sentiments, as China has in the past heavily backed ethnic armies and the now defunct Communist Party of Burma (CPB). The Wa and Chinese from the Kokang region were former members of the CPB.

However, it seems the Burmese leaders did not listen to China’s advice. Instead, the regime went ahead with plans to press the ethnic groups near the border to disarm and form border guard forces. The regime aims to complete this transformation before elections are held next year.

The current conflict has been 20 years in the making. It is a direct result of the regime’s refusal to grant the ethnic ceasefire groups the self-determination they seek within the framework of a federal union.

The greatest irony of this situation is that China, a major arms supplier and staunch ally of the repressive regime for the past two decades, has proven to be impotent in its efforts to persuade the junta leaders to find a political solution to this issue.

China has consistently backed the regime at the UN Security Council, exercising its veto power to block resolutions condemning the regime for its brutal repression of dissent, arguing that these actions do not represent a threat to international security.

In early August, Chinese foreign ministry officials even defended the regime’s decision to sentence detained Nobel Peace Prize winner Aung San Suu Kyi to a further 18 months under house arrest, saying that the international community must respect Burma’s judicial sovereignty.

After decades of defending the junta, China’s leaders are learning the hard way that the Burmese junta’s sole concern is its own self-preservation. It cares as little about what Beijing wants as it does about the democratic aspirations of Burma’s people.

Like it or not, Beijing’s approach to Burma—and its status as an emerging superpower—is being put to the test. Unless it can find a way to rein in the generals, China risks not only instability along its border with Burma, but also appearing to be powerless to defend its own interests.

La revuelta de los grupos étnicos de Birmania se agrava en la frontera china

El conflicto entre las minorías étnicas de Birmania (Myanmar) y las tropas del régimen militar continuó hoy en la frontera con China, donde ya han muerto al menos cuatro personas y varias decenas de miles han huido de sus casas.

Una persona falleció y varias resultaron heridas ayer en la provincia china de Yunnan, al estallar un proyectil lanzado desde territorio birmano, informó hoy el diario estatal "China Daily".

Además, el número de desplazados instalados en China alcanza ya las 30.000 personas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La mayor parte de los desplazados pertenecen a la etnia de origen chino kokang y comenzaron su huida el lunes, después de que los soldados del Gobierno tomaran la ciudad de Laogai y la guerrilla anunciara a sus habitantes que debían estar "preparados en cualquier momento".

Las localidades chinas de Nansan y Genma han recibido a la mayor parte de los desplazados, en una avalancha que ha llevado al Gobierno de Pekín a pedir a su vecino que proteja sus fronteras.

La guerrilla kokang, agrupada bajo el nombre de Ejército de la Alianza Nacional Democrática de Myanmar, indicó en un comunicado que al menos treinta personas han muerto en los enfrentamientos, aunque este extremo no ha sido confirmado por otras fuentes.

El Ejército kokang está encabezado por Peng Jiasheng, uno de los mayores narcotraficantes de Birmania y hasta hace muy poco protegido de la Junta Militar.

La escalada de la tensión entre la guerrilla de la etnia kokang y las tropas del Gobierno comenzó a principios de agosto, cuando los soldados asaltaron una de las casas del Jiasheng para detenerle bajo la acusación de dirigir el tráfico de drogas en la región, de la que proceden gran parte de los alijos de heroína y metanfetaminas que entran en China y Tailandia.

Jiasheng es suegro de Li Mingxian, uno de los hombres más ricos de la región y jefe de la guerrilla conocida como el Grupo de Mong La, que suma unos 20.000 combatientes junto al Ejercito del Estado Unido Wa.

"Estos enfrentamientos van a desatar un conflicto a gran escala", declaró Aung Zaw, exiliado político birmano, sobre la lucha entre los tres grupos guerrilleros y los 7.000 soldados birmanos desplegados en el estado.

El Gobierno central raramente ha ejercido su autoridad sobre las zonas controladas por las milicias étnicas desde que firmó el alto el fuego, hace dos décadas; pero comenzó a hostigarlas este verano, después de que rechazaran integrarse en el Ejército o transformarse en partidos políticos antes de los comicios de 2010.

Las escaramuzas en el remoto estado de Shan, fronterizo con China, se iniciaron el miércoles y se repitieron ayer, provocando al menos tres muertos, según informaciones recabadas a los residentes por vía telefónica y publicadas en la prensa local.

Los combatientes Kokang rompieron el alto el fuego oficialmente el jueves, tras lograr el apoyo de los guerrilleros de la etnia Wa y del Grupo Mong La.

Los enfrentamientos en el montañoso estado Shan siguen a los librados la pasada semana en el norte de Birmania, después de que la guerrilla de la etnia Kachin también decidiera romper el alto el fuego establecido en 1991, tras rechazar la orden del Gobierno de deponer las armas y formar un partido político.

En julio pasado, las tropas birmanas aumentaron sus ataques a las guerrillas karen, shan y karenni, alzadas en armas desde hace medio siglo para conseguir la autonomía o la independencia de los territorios fronterizos con Tailandia.

Estos enfrentamientos han puesto en peligro la estabilidad de la zona, germinada hace dos décadas gracias al alto el fuego pactado con el Gobierno por más de una docena de grupos armados.

"Si las tropas gubernamentales continúan enviando refuerzos a estas áreas, se producirá un baño de sangre", dijo ayer Aung Kyaw Zaw, ex oficial de las fuerzas del Partido Comunista de Birmania, cuya disolución provocó el alistamiento de muchos de sus miembros en las guerrillas, hace dos décadas.

La docena de grupos armados de las minorías étnicas cuentan con guerrillas bien provistas de armamento, miles de guerrilleros y experiencia militar; además de controlar lucrativos negocios en la frontera como los casinos, el comercio con madera de teca y jade; o el tráfico de drogas.

Combatientes huyen y dicen Myanmar destruye enclave fronterizo

NANSAN, China (Reuters) - Hombres que dicen haber estado luchando contra las tropas del Gobierno de Myanmar en los últimos días huyeron el domingo a China, y dijeron que su enclave fronterizo autónomo estaba bajo el control de los soldados.

Los grupos de hombres exhaustos, algunos con unas pocas pertenencias, describieron los derramamientos de sangre en el enclave étnico de Kokang, al norte de Myanmar, luego de que las tropas del Gobierno se desplegaron para derrotar a los líderes locales.

La milicia del grupo étnico había controlado por largo tiempo la zona montañosa en las cercanías de China.

Algunos dijeron que la milicia de Kokang había sido derrotada por completo, una situación que pondrá en dificultad a Myanmar y China para decidir cómo gobernar el enclave. Ambos países tendrán que lidiar con la huida de miles de residentes, que corrieron hasta la vecina provincia china de Yunnan.

"El Ejército de Kokang ha colapsado, todos hemos huido", dijo Chen Bo, un refugiado que arribó el domingo desde Myanmar a la ciudad fronteriza china de Nansan.

Chen dijo que era de nacionalidad china y que había estado luchando para las fuerzas de Kokang por dinero. Se sacó su camiseta para mostrar lo que parecía ser una herida de bala en su espalda.

"La gente puede retornar a Kokang, pero ellos tienen que tener las condiciones adecuadas, tendrán que haber negociaciones para que nos sintamos seguros", dijo Chen, un hombre delgado de unos 30 años.

Muchos de los hombres que huyeron dijeron que escaparon el sábado luego de la última ola de tiroteos en Kokang, y se unieron a la masa de refugiados de Nansan y a otros puntos similares en Yunnan. Continuación...

La Junta Birmana pide perdón a China por las victimas

La Junta Militar birmana ha ofrecido disculpas a China por lo ocurrido esta semana en territorio chino, donde una persona murió y varias resultaron heridas por una bomba lanzada desde Myanmar (Birmania), según informaron fuentes del Gobierno chino citadas por la agencia Xinhua.

Según responsables comunistas en la provincia de Yunnan, fronteriza con Birmania y a la que han huido unos 30.000 refugiados por el conflicto, "Myanmar ha ofrecido disculpas por las víctimas chinas del incidente y ha agradecido al Gobierno chino" la atención a los birmanos refugiados.

Según la prensa oficial china, la situación de aparente calma al otro lado de la frontera ha movido a muchos refugiados a regresar a Birmania, incluyendo chinos que habitualmente hacen negocios en el país vecino.

La mayoría de los refugiados se encuentran en las localidades chinas de Nansan y Genma.

El enfrentamiento entre la Junta Militar birmana y la minoría étnica de los Kokang estalló el 7 de agosto, cuando las autoridades de Myanmar enviaron a la región de esta minoría étnica un destacamento de policías para inspeccionar un local en el que se sospechaba que se fabricaban drogas ilegalmente.

La guerrilla de los Kokang, en el Estado (región birmana) de Shan y una más de las muchas formadas por minorías étnicas en la periferia de Birmania, firmó un acuerdo de paz con la junta militar en 1989.

Los Kokang, unos 150.000 en Birmania, hablan chino y están emparentados con los han, etnia mayoritaria en China (95 por ciento de la población).

Los analistas señalan que aunque Pekín por una parte presta ayuda a esta minoría, por su afinidad cultural, al mismo tiempo es el principal valedor de la aislada dictadura birmana.

Los miembros de ése y otros movimientos armados de minorías étnicas aseguran que el Gobierno birmano les está presionando para que se desarmen y se transformen en partidos políticos de cara a las elecciones que se celebrarán el próximo año.

China ve con preocupación el conflicto, que podría añadir inestabilidad cuando el país se prepara para el importante 60 aniversario del régimen comunista (1 de octubre), por lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió a la Junta birmana que controle sus frontera

sábado, 29 de agosto de 2009

En el Estado de Arakan, los activistas siguen la resistencia

Taungup: Unknown democratic activists in Taungup of Arakan State started distributing posters and pamphlets calling for the release of Daw Aung San Suu Kyi and all political prisoners in Burma, said an NLD member in the town.

"We saw some posters and pamphlets with Daw Suu's portrait in the gate of my house in the early morning of Sunday. But I did not know who distributed the flyers in front of my house. In the posters and pamphlets there is some text calling on the release of Daw Aung San Suu Kyi unconditionally and immediately," he said.

Another townsperson from Gu Dar Ward said, "I saw a poster with the portrait of Daw Suu with her father, national hero Aung San, in which the activists demanded the release of Daw Suu now. I heard many posters were distributed by the activists throughout Taungup."

The posters were likely distributed during the night throughout the wards in Taungup, including Gu Dar, Chaung Gauk, Kan Pai, Thein Daung, and Kai Chay Bridge.

A team of police from Taungup quickly reached the locations soon after information spread about the posters. The police team seized all posters and brought them to the police station.

"Despite the police seizing the posters, some townspeople, mostly youth, brought the posters to show among their friends one after the other," the source said.

Police in Taungup are now searching for the people who distributed the posters but have yet to arrest anyone in connection with the action.

"In Taungup, the White Campaign for Daw Suu's release is being carried out by democratic activists and this poster campaign is related to that," said the NLD member.

Taungup is located in southern Arakan State and has been the site of many demonstrations against the military government since 2007. Taungup has played an important role in the Burmese democracy movement and nearly a dozen activists from the town have been sentenced to prison for their involvement in anti-military government protests.

Armed groups to step up resistance

Aug 25, 2009 (DVB)–Burma's armed ethnic groups will increase cooperation with ceasefire groups in an effort to strengthen resistance against government army forces, following a meeting of eight opposition groups.

The alliance of ethnic armed groups, the National Democratic Front (NDF), concluded its Central Executive Committee’s three-day meeting on Sunday. The eight-strong coalition, which includes the Karen National Union (KNU) and New Mon State Party (NMSP), two of Burma's principle armed opposition groups, discussed the ongoing issue of government pressure to transform ceasefire groups into border patrol forces. A number of the ceasefire groups, including the NMSP, have resisted the pressure to return to what the ruling State Peace and Development Council (SPDC) calls the 'legal fold', which would give them legitimacy as groups but significantly weaken their manpower and influence. “We wholeheartedly support the decision of our brothers, the ceasefire groups, not to agree with the SPDC’s plan to transform them into border militias,” said Mai Phone Kyaw, general secretary of the NDF. A statement released by the NDF said that ethnic groups "have a right to operate in their own regions to protect their own people". Mai Phone Kyaw said the junta is attempting to distract from growing international pressure on it by stepping up confrontation against opposition groups. The government's latest offensive against the KNU, which began in June, has resulted in nearly 5000 Karen fleeing across the border into Thailand. The conflict between the Burmese government and the KNU, which has stretched over 60 years, is thought to be one of the world's longest running. “We discussed in our meeting how to step up our resistance and to prepare for a combat,” Mai Phone Kyaw said. “We will continue our resistance against the SPDC junta by any means possible until we are granted our rights as the ethnic people of Burma.”

El Partisano- Le Partisan- The Partisan- Leonard Cohen

Suu Kyi recurrirá la pena de 18 meses de arresto domiciliario en septiembre

La principal opositora birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, recurrirá la próxima semana la condena a 18 meses de arresto domiciliario que le impusieron en agosto, situación en la que ha vivido 14 de los últimos 20 años, informaron hoy los medios tailandeses.

Nyan Win, uno de los abogados que defiende a la birmana de 64 años, dijo que se reunió con ella ayer para concretar los detalles del recurso que interpondrán en los juzgados de Rangún, la antigua capital y la mayor ciudad del país.

Suu Kyi está confinada en su casa familiar de la avenida de la Universidad en unas condiciones peores a las que tenía antes de la sentencia, según dijo el mismo letrado en otras declaraciones, el martes pasado.

El veterano Nyan Win señaló que las autoridades aún no han autorizado que su clienta pueda continuar con su doctor de cabecera, como ha solicitado, y desconocen los pormenores del régimen de visitas impuesto.

Añadió que, de momento, tiene más dificultades para entregar libros a Suu Kyi que cuando estuvo encerrada en la penitenciaría de alta seguridad de Insein, a las afueras de Rangún, entre mayo y agosto pasados, mientras era juzgada.

Su actual arresto domiciliario establece que viva dentro de los límites del inmueble número 54 de la avenida de la Universidad, que pueda recibir tratamiento médico y visitas autorizadas, ver la cadena de televisión MRTV (birmana), leer libros, revistas y periódicos previa revisión de la censura y escribir a las autoridades.

El teléfono e internet están prohibidos, así como la televisión por satélite.

Suu Kyi fue condenada este mes a tres años de trabajos forzados por violar en mayo las condiciones de su arresto domiciliario, aunque la pena quedó reducida después a un año y medio de confinamiento en su casa.

El cumplimiento de la sentencia impedirá a la opositora participar en las elecciones parlamentarias que se celebrarán el año próximo.

La última vez que la Junta Militar autorizó comicios legislativos fue en 1990 y entonces ganó con más del 82 por ciento de los votos Suu Kyi y su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).

El régimen birmano nunca reconoció el resultado de las urnas.

viernes, 28 de agosto de 2009

Orquídea por Anick Roschi

Orquídea

A la sede de los Reyes
Una orquídea
Baila su noche

En la calle resuenan las voces
Del cuclillo de la grúa y del
Pavo real

El arpa emocionada
Disfraza
La cabra, la vaca, el caballo y el
Elefante

En el bestiario de los Reyes
Una orquídea
Languidece
El dia.


Anick Roschi Julio 09

Massive Flight of Refugees from Burma


Activists Call for Immediate United States Action, End to Crimes Against Humanity

(Washington, DC) A leading U.S based human rights group today called on the United States to lead action at the UN Security Council to stop attacks on ethnic minorities in Burma that have led to the flight of 30,000 refugees from Burma in recent days.

"This is the largest refugee flow from Burma in years," said Aung Din, Executive Director of U.S. Campaign for Burma. "The United States should immediately press the United Nations Security Council to intervene to stop the fighting, and if they don't, it is going to get much worse. Burma's regime is going to crush all ethnic minorities who do not submit to their rule and civilians are going to pay a very heavy price. The UN must pressure the regime to stop the violence and start negotiating with democracy forces led by Aung San Suu Kyi, and ethnic representatives for a peaceful solution."

The cause of the conflict is linked directly to the Burmese military regime's new constitution, which aims to force all ethnic minorities in Burma to submit to military rule. "We have been saying for some time that the new constitution is a recipe for war and instability and since the international community has shamefully ignored the situation, now that is coming true," added Aung Din.

The United Nations High Commissioner for Refugees has estimated that 30,000 people have fled from Burma this month. Yet, to date, Western governments have largely remained silent on the matter.

The attacks come after a new report commissioned by five of the world's leading judges and jurists and written by the International Human Rights Clinic at Harvard Law School, which compiled documentation from existing United Nations documents showing that Burma's military regime is likely committing war crimes and crimes against humanity. The military regime has destroyed or forced the abandonment of as many villages as in the Darfur region of Sudan -- yet, the international community has not yet pursued action on the crimes. The commissioners included judges who had earlier served at the International Criminal Tribunals on Rwanda and Yugoslavia and who now are calling for the UN Security Council to establish an official inquiry into crimes against humanity and war crimes in Burma.
At the same time, the governments of the United Kingdom and France have called for a global arms embargo on Burma's military regime.

The attacks by the military regime are just beginning. The regime seeks to stop all ethnic resistance in areas inhabited by millions of people before elections scheduled for 2010. "As long as the world sits on its hands, this is only going to grow much, much worse," added Aung Din

miércoles, 26 de agosto de 2009

Las elecciones birmanas son una oportunidad de cambio, sostiene el International Crisis Group

Las elecciones legislativas que Birmania celebrará en 2010 suponen una "oportunidad de cambio" pese a que la Junta Militar sometió de nuevo a arresto domiciliario a la líder opositora Aung San Suu Kyi, lo que le impedirá participar en los comicios, según el centro de estudios International Crisis Group (CIG).

El ICG, que analiza conflictos abiertos o las zonas en riesgo de crisis, divulgó hoy un estudio en el que considera que la convocatoria de las elecciones será "significativa" porque servirán para configurar una nueva estructura política del país.

De este modo, tras los comicios se establecerá un nuevo sistema presidencial y bicameral que, según el comunicado, puede facilitar el camino para una nueva generación "más joven", según el informe.

No obstante, el responsable del ICG para el Sudeste asiático, Jim Della-Giacoma, alertó de que "los militares querrán usar las elecciones para asegurar su poder".

Por ello, pidió tanto a las autoridades nacionales como a la comunidad internacional que ejerzan presiones en el futuro Gobierno para que contribuya a la reforma política y a la reconciliación nacional.

"Mientras que Birmania se prepara para la transición, todas las partes deben estar alerta ante las nuevas oportunidades y, también, ante los riesgos que se pueden presentar", señaló en la misma línea el director del programa del ICG para Asia, Robert Templer.

El último proceso electoral democrático en Birmania tuvo lugar en 1990, cuando el partido de Suu Kyi, la Liga Nacional por la Democracia, arrasó en las urnas al partido oficial, aunque el resultado jamás fue acatado por el régimen de los militares.

Los monjes birmanos se preparan para un nuevo boycott a la Junta Militar

Several exiled Buddhist monk leaders have told The Irrawaddy that Burmese monks across Burma are preparing to launch another boycott of military personnel and their families due to ongoing abuses against Buddhist doctrine and clergy by the ruling military junta.

Known as a “pattanikkujjana” in Pali, a Buddhist monks’ boycott involves refusing morning alms from those said to have violated religious principles.

A Burmese monk living in Thailand speaks outside the UN office during a rally calling for Aung San Suu Kyi's release in Bangkok in May. (Photo: Reuters)
Burmese monks have declared a pattanikkujjana against the military regime and their cronies twice in recent history: the first time in 1990 following the suppression of Aung San Suu Kyi and her opposition party, the National League for Democracy, after they had won a national election by a landslide; and again in 2007, the so-called “Saffron Revolution,” when monks led demonstrations against price hikes in Rangoon that turned into a national uprising against the government.

Burma’s monasteries, some housing as many as 1,000 practicing monks, have been largely silent since the junta ordered a crackdown on the monk-led protests in August and September 2007. But several sources say that the simmering resentment could come to a head again in the lead-up to the regime’s election planned for 2010.

A monk in Rangoon who asked to remain anonymous told The Irrawaddy on Tuesday: “The local authorities are closely watching the monks and their monasteries. Moreover, there are plainclothes security forces keeping an eye on them.”

The military authorities closed and sealed Maggin monastery in Rangoon's Thingankyun Township in November 2007 after its abbot, Sayadaw U Indaka, was arrested for his involvement in the demonstrations. The monks and novices were evicted along with several HIV/ AIDS patients who were receiving treatment in the monastery at the time.

Speaking to The Irrawaddy, Ashin Issariya, one of the leaders of the exiled All Burma Monks’ Alliance (ABMA), said, “I want to call on all people and organizations to take part in a third monks’ boycott for the sake of peace and the welfare of all Burmese people.

“The Lord Buddha said that the sangha (Buddhist monkhood) had to carry out their religious duties by sacrificing their lives.

“Therefore, all members of the sangha must act to protect the Buddhist religion and the welfare of our people,” he said.

Currently, Burma’s Ministry of Religious Affairs is effectively controlling and curtailing the nations’ Buddhist monks under an order by the Sangha Maha Nayaka Committee (the state- sponsored Buddhist monks’ organization), which has restricted monks’ travel and gatherings.

Ashin Issariya said that the junta’s troops and loyalists had committed many religious crimes, such as killing and arresting monks and nuns, raiding and destroying monasteries, and defiling Buddha images.

He added that there is no freedom of religion under the military junta and that all religions are affected.

“Therefore, if the military authorities do not apologize for their abuses and crimes, it is the responsibility of all monks, nuns and laypersons to boycott the junta,” he said.

Some activists in Burma told The Irrawaddy that currently many monks’ organizations and monasteries are trying to organize themselves and set up cooperation and communication with monks’ groups in other parts of the country.

Ashin Thavara, a secretary of the India-based All Burma Monks’ Representative Committee (ABMRC), told The Irrawaddy: “Nowadays, the ABMRC is cooperating with the ABMA to not only carry out our religious duties, but to help the people and achieve peace in Burma and throughout the world.

“It is high time that all the people of Burma and around the world take action and boycott Burma’s military dictators,” he said.

Ashin Thavara claimed that during the September uprising, the junta’s soldiers and loyalist thugs raided and destroyed more than 60 monasteries, and beat, arrested and killed several hundred monks and nuns. He said that there are currently more than 250 monks and more than 20 nuns in prison in Burma for their political activities.

“Some of them were sentenced to hard labor,” he added.

Las condiciones de Suu Kyi son peores cada dia- Irrawaddy

The conditions of Burmese democracy leader Aung San Suu Kyi's detention have gotten "worse" since her conviction this month for violating terms of her previous house arrest, her lawyer said Tuesday.

Burmar's military government has not responded to Suu Kyi's request for a visit by her personal physician, said Nyan Win, her lawyer and spokesman for her National League for Democracy party.

A child looks portrait of opposition leader Aung San Suu Kyi on during a protest in New Delhi in August. (Photo:Reuters)
Nyan Win also said he and his colleagues have not yet been given permission to meet the Nobel Peace Prize laureate since they last met to consult on filing an appeal about a week after her August 11 conviction.

"The present regulations imposed on Daw Aung San Suu Kyi are worse than the previous rules," he said. "Daw" is a term of respect.

A Burmese court found Suu Kyi, 64, guilty of sheltering an uninvited American visitor. Her sentence of three years in prison with hard labor was reduced to 18 months of house arrest by order of military junta leader Snr-Gen Than Shwe.

Suu Kyi was returned to her tightly guarded home the day she was convicted. She has been detained for about 14 of the past 20 years for her nonviolent political activities, but this year was the first time she faced criminal charges.

The court stipulated eight rules for her new term of house arrest, which were generally seen as slightly more liberal than her previous detention, which kept her in almost complete isolation.

Now Suu Kyi and two female companions can receive visitors with prior permission from the authorities, have the right to medical treatment by doctors and nurses, and are allowed to read state-controlled newspapers and magazines and watch state-run television.

But Nyan Win said authorities still had not agreed on Suu Kyi's request to allow her personal doctor to visit instead of one provided by the government.

He said Suu Kyi wanted her personal doctor "as the doctor knows her medical history well."

Suu Kyi earlier told her lawyers she needed clarification from the authorities regarding the terms of her house arrest regarding matters such as visitation rights and medical coverage.

Nyan Win said it is not clear if she will be permitted to meet people she wants to see, or if people who want to visit her can request permission.

Nyan Win said it is now more difficult to send Suu Kyi books than when she was in Insein Prison during her trial because every book has to pass through scrutiny, taking days.

lunes, 17 de agosto de 2009

Webb Visit a Success?por DEBBIE STOTHARD

Senator Webb’s visit to Burma has been considered “successful” because he was able to tick three items off his checklist: “rescuing” John Yettaw from seven years in jail with hard labor; meeting Snr-Gen Than Shwe; and meeting Daw Aung San Suu Kyi.

In the eyes of international stakeholders who have gotten accustomed to the Burmese junta’s intransigence, the visit was a coup. This has been the biggest stride forward since former UN Special Envoy Razali Ismail secured Suu Kyi’s release in 2002 and UN Secretary-General Ban Ki Moon was able to persuade the generals to accept lucrative aid in 2007.

How ironic. Sen Webb’s “success” stems from the leverage enjoyed by the US’s significant (and effective) sanctions—a ban on imports from Burma and a ban on financial services—that were imposed in 2003 on top of the 1997 ban on new investment.

The US’s previous willingness to “put their money where their mouth is” has gained the respect of the Burmese regime. The State Peace and Development Council (SPDC) has invested millions of dollars over the past decade to woo the US into greater engagement, compared to its cavalier treatment of Asean.

Than Shwe respects power by the extent to which is exercised. He recognizes that the US has traditionally backed its statements with action. Remember Asean’s great achievement of persuading the SPDC to open up to Cyclone Nargis aid? Well, it wouldn’t have been possible without the USS Essex-led carrier group and other foreign navies on standby off the Burmese coast. Than Shwe was given the impression he had to make the choice of cooperating with Asean or deal with the US navy.

The junta has generally responded to the relatively hollow diplomatic overtures made by the UN, EU and Asean with empty promises and bizarre statements, comfortable in the knowledge that these stakeholders are unlikely to hit them where it hurts.

A global arms embargo and a UN Security Council Commission of Inquiry into crimes against humanity in Burma will make this junta sit up and pay attention. It will be the catalyst for a type of engagement that is based on dialogue and negotiation.

While Sen Webb basks in the glory—and I don’t grudge him that—let’s not forget that the essential problems in Burma have not dissipated in any way. Over 2,000 political prisoners, Suu Kyi included, remain imprisoned. The military has stepped up its brutal atrocities in Eastern Burma, terrorizing hundreds of villages with rape, torture, forced labor and death.

Since July 27, over 10,000 civilians have been forcibly displaced from 500 villages in central Shan State. Attacks in Karen State forced over 6,000 civilians to seek refuge in Thailand. Refugees continue to flee their homes every day. This prolongation of one of the world’s longest-running wars is likely to get worse as the regime tightens the screws on ethnic ceasefire and non-ceasefire groups in an effort to completely control the 2010 elections.

Oh, and let’s not forget the chilling evidence of this regime’s chummy cooperation with North Korea: tunnels, long-range ballistic missile technology and a nuclear program.

Sen Webb must seriously consider: if this is the damage the regime can do without access to US resources, what would be possible if sanctions are dismantled willy-nilly?

It’s time to refocus our energies on the original checklist for Burma: the unconditional release of all political prisoners; the cessation of military hostilities in ethnic areas; and a tripartite review of the 2008 constitution.

Suu Kyi no se opone a levantar algunas sanciones, según el senador Jim Webb

El jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos con el Sudeste Asiático y el Pacífico, Jim Webb, dijo hoy en Bangkok que habló con la jefa del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi, y que sacó la impresión de que no se opone al levantamiento de algunas sanciones.

Webb añadió a los periodistas en la capital tailandesa que, por lo que él entendió ayer, Suu Kyi cree que todavía hay caminos abiertos de diálogo con la Junta Militar que gobierna Birmania (Myanmar), país que celebrará elecciones parlamentarias en 2010, las primeras en dos décadas.

El senador estadounidense, quien visitó Birmania el fin de semana, opinó que años de sanciones no habían conseguido avances democráticos, y calificó de gestos positivos del régimen militar birmano que le permitiesen ver a Suu Kyi y que deportasen al estadounidense John Michael Yettaw.

Yettaw, de 54 años y afectado de diabetes, epilepsia y asma, fue condenado este mes a siete años de cárcel por haber violado el pasado mayo el arresto domiciliario que cumplía Suu Kyi desde 2003, tras eludir la vigilancia e irrumpir en la casa.

La intrusión de Yettaw sirvió al régimen militar que encabeza el general Than Shwe para enjuiciar a Suu Kyi por no denunciar el delito y condenarla a tres años de trabajos forzados, que luego han sido reducidos a 18 meses de arresto domiciliario.

Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991, ha vivido 14 de los últimos 20 años confinada en su vivienda por pedir democracia y libertades en su país.

Webb también se reunió con Than Shwe, el sábado pasado, pero eludió entrar en los detalles de la conversación que mantuvo con el "hombre fuerte" de Birmania, aunque dijo que hablará con la secretaria de Estado de EEUU, Hilary Clinton, sobre los pormenores de su visita.

Clinton también es partidaria de probar nuevas fórmulas para animar a la dictadura birmana a iniciar el proceso de la reconciliación nacional y acometer reformas democráticas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien visitó Birmania el mes pasado, dijo que el camino arrancaba por liberar todos los presos políticos, incluida Suu Kyi, y organizar elecciones libres, justas y participativas.

domingo, 16 de agosto de 2009

Notas importantes sobre el senador Webb en relación a Birmania

Senator Webb's Background and Position on Burma and Diplomatic Approach in Region

On Sunday, August 9, Senator Jim Webb will travel to Asia where he will visit five countries, includingThailand, Laos, Burma, Cambodia, and Vietnam. Webb serves as chairman of the East Asia and Pacific Affairs Subcommittee of the Senate Foreign Relations Committee.

The following briefing provides additional information about the Senator’s experience in the region, past statements on Burma and his thoughts on the United States’ approach in the region.

Senator Webb’s long experience in the region

Senator Webb has enjoyed a continuous personal involvement in East Asian affairs that long predates his time in the Senate. In addition to his more recent visits as a member of the Senate Foreign Relations Committee, Webb has worked and traveled throughout the vast region, from Micronesia to Burma, for nearly four decades, as a Marine Corps officer, a defense planner, a journalist, a novelist, a department of defense executive, and as a business consultant.

In the summer of 2001, Webb visited Burma to meet with business leaders, workers and leaders of the military junta, discussing his desire to bring Burma more productively into the world community.

[To read more in his recent book, visit: http://books.google.com/books?id=eMilIOyn71sC&pg=PA142&lpg=PA142&dq=webb+burma+2001&source=bl&ots=BBogv0E2Zc&sig=RS-Mkl9gNj52nYM9x5tQspRujZU&hl=en&ei=MD57SsH8BcWwtgfw--XyAQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2#v=onepage&q=&f=false]

Senator Webb as Chairman of the East Asia and Pacific Affairs Subcommittee of SFRC

As chairman of the East Asia and Pacific Affairs Subcommittee, Webb oversees U.S. relations with countries in East Asia, Southeast Asia, the Pacific Rim, and Oceana. The subcommittee also oversees regional organizations such as the Association of Southeast Asian Nations (ASEAN) and the Asia-Pacific Economic Cooperation (APEC).

Webb chaired a subcommittee hearing on July 15 to examine China’s role in maritime territorial disputes in Asia and the degree to which sovereignty issues are impacting the region and U.S. interests. He has also chaired two full Senate Foreign Relations Committee hearings to consider nominees for Ambassadorships to Asia and thePacific Islands.

February 2009, upon being selected as Chairman:

“I am looking forward to doing all that I can to strengthen the relations between our country and the peoples of East and Southeast Asia, and to encourage Americans to more fully appreciate our connection to this vital part of the world.”

Senator Webb on U.S. support of Democratic elections in Burma and a more inclusive diplomatic approach in the region

The following are Senator Webb’s remarks from Ambassador (to China) John Huntsman’s confirmation hearing on July 23, 2009:

This hearing also demonstrates the geographical reach of U.S.Japan and China, east to the Marshall Islands, west to Tajikistan, and south to Papua New Guinea. With the numerous cultures and languages in this region, it is important for the United States to demonstrate consistency in its policy. I have argued that from Burma toMongolia the United States should support free and fair elections and democratization. It is in our interest to do so, just as it is in the interest of those countries seeking meaningful reforms.” diplomacy in broader Asia—north to

Senator Webb on sanctions in Burma

March 2009:

“I spent some time in Burma in ‘01 where it seemed clear that the sanctions that the U.S. was invoking were counter-productive in terms of our ability to affect the difficulties faced by the Burmese people. The sanctions policy against Burma will never be effective as long as a major power on its border (China) declines to participate and in fact take advantage of those sanctions in order to entrench its positions in that same country.


“I have said for several years that it is to the benefit of all involved that we speak directly with Burma’s leadership and work toward resolving our differences.”

Senator Webb on the trial of Aung San Suu Kyi

June 2009:

“As long as Burmese authorities continue the trial of Aung San Suu Kyi it will be very difficult to pursue a meaningful change in relations with Burma. Once that matter is fairly resolved, there are numerous confidence-building measures that could be pursued between our two countries in a way that is beneficial to both.”

The following are Senator Webb’s remarks from Assistant Secretary of State Kurt Campbell’s confirmation hearing on June 10, 2009:

“Aung San Suu Kyi’s ongoing trial is the latest incident in a cycle that’s been virtually unchanged for 60 years, and in that time, particularly over the past 10 years, the United States’ ability to influence events in Burma has steadily waned. Businesses, NGOs, government groups have been ousted. Meanwhile, other countries, not onlyChina but most notably China, are more engaged than ever with infrastructure projects, mineral resources. Chinajust signed a large oil deal.

“And on the one hand, and I’d like to say very clearly as someone who has advocated a different approach, the situation presently with Aung San Suu Kyi is unacceptable to any of us who have advocated varying approaches with respect to Burma. But on the other, we need to look at a different way of doing things.”

Despegó avión con estadounidense detenido en Birmania John Yettaw

El avión que transporta al estadounidense John Yettaw, que había sido condenado en Birmania a siete años de cárcel, despegó de Rangún rumbo a Bangkok este domingo, tras la visita de un senador cercano al presidente Barack Obama, Jim Webb, que obtuvo su liberación, anunció un responsable birmano.

"El avión militar que lleva a Yettaw y a Webb abandonó el aeropuerto de Rangún", dijo a la AFP el responsable birmano, que pidió el anonimato, luego de que Yettaw fuera sacado de la cárcel de Insein, en las afueras de Rangún, y llevado al aeropuerto.

Yettaw, un mormón de 54 años, fue condenado el martes a siete años de prisión y trabajos forzados por haber violado en mayo las condiciones de la detención domiciliaria de la líder opositora Aung San Suu Kyi, al entrar en su vivienda tras cruzar a nado el lago que rodea la casa.

Por este episodio, la premio Nobel de la Paz fue condenada a 18 meses adicionales de detención domiciliaria.

El senador demócrata Jim Webb tuvo el sábado un encuentro histórico con el generalísimo Than Shwe, jefe de la junta birmana, antes de reunirse con Aung San Suu Kyi y de conseguir la liberación de Yettaw.

Un senador frente al general ?

La dictadura militar de Birmania aceptó ayer dejar en libertad al ciudadano estadounidense John Yettaw, condenado el pasado miércoles a siete años de cárcel y trabajos forzosos por haber irrumpido, en mayo, en la vivienda de la líder opositora Aung San Suu Kyi, que desde hace 14 años está en arresto domiciliario. La decisión de la Junta es fruto de la visita al país asiático del senador demócrata de EEUU Jim Webb, presidente del subcomité de Relaciones Exteriores para el Asia Oriental y próximo al presidente Barack Obama.
Webb no solo ha logrado arrancar a los generales la libertad de Yettaw, un mormón de 54 años y padre de siete hijos, sino también entrevistarse con el jefe de la Junta militar, el general Than Shwe, y con la misma Suu Kyi, premio Nobel de la Paz y máxima dirigente de la Liga Nacional por la Democracia (LND).
Nada ha trascendido del contenido de las conversaciones que mantuvo Webb por separado con Suu Kyi –con la que estuvo 40 minutos en una casa de huéspedes del Estado en Rangún-- , ni con el jefe mililar. El senador estadounidense se ha convertido en el representante de mayor rango de EEUU en reunirse con el máximo mandatario birmano.

«CONFIANZA EN EL FUTURO» / «Esperamos que podamos aprovechar estos gestos como una vía para comenzar a crear una base de buena voluntad y de construcción de confianza en el futuro», dijo Webb, un veterano de la guerra de Vietnam que apuesta por el diálogo para promover reformas políticas en el país asiático, sometido a una dictadura militar desde 1962.
Hasta ahora Washington ha optado por presionar al régimen militar y más aún desde que fue arrestado Yettaw y ampliado el arresto domiciliario a Suu Kyi. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, advirtió además a Birmania sobre su relación con Corea del Norte.
La visita de Webb ha sido todo un éxito, al menos en lo que respecta a la liberación de Yettaw. La rocambolesca visita que hizo a Suu Kyi en mayo –accedió a la vivienda salvando a nado un lago– costó muy caro a la activista. Entonces le faltaban tan solo tres semanas para salir en libertad.
Tras la incursión del estadounidense, un tribunal condenó a Suu Kyi a tres años de trabajos forzados, pero después la Junta militar redujo la sentencia a 18 meses más de arresto domiciliario, suficientes para que no pueda concurrir a las elecciones que se celebrarán el próximo año. El abogado Suu Kyi dijo que Yettaw era un «cretino».

sábado, 15 de agosto de 2009

Esa extraña reticencia mundial a apoyar a Aung San Suu Chi por Gabriel Jaraba

Mientras Clint Eastwood se dispone a llevar al cine la novela que John Carlin ha escrito sobre Nelson Mandela, Aung San Suu Kyi (pronúnciese aunsansuchí) se dispone a cumplir nueva condena de arresto domiciliario. El mundo entero glorifica, bien merecidamente, a un héroe contemporáneo que demostró cómo es posible romper la espiral del odio, la violencia y el miedo. Mientras tanto, tenemos ante nuestras narices a una Mandela asiática y mujer, cuyo confinamiento en una isla no es menos cruel que el de Asimbonanga en una prisión afrikaner. Su marido murió, enfermo, sin poder verla por última vez, hace ya años, y todo indica que el programa mínimo de la genocida junta militar birmana respecto a ella consiste en impedir que se presente a las próximas elecciones, y el máximo, que acabe por morir sola.

Aung San Suu Chi aparece y desaparece de la escena mediática mundial, y por lo visto no se ha desencadenado un movimiento cívico global en su favor. Sin embargo, si en Birmania hubiese democracia ella sería la presidenta del país, pues fue elegida como tal en las últimas elecciones, cuyo resultado fue ignorado y pisoteado por los actuales usurpadores. Aung San no es, por tanto, un personaje menor o un hecho testimonial, sino la presidenta legítima de un país sometido por una dictadura criminal. No recibe, en cambio, la solidaridad y la adhesión masiva que otros luchadores por la libertad --incluso no electos democráticamente en unos comicios-- han obtenido y obtienen de parte de la opinión pública mundial.

Es algo extraño, o quizás no tanto. Occidente mira con ojos extraños a oriente, una mirada enturbiada por prejuicios de todo tipo. La elevada estatura moral de Aung San Suu Chi no es inferior a la del Dalai Lama, del propio Mandela o de Desmond Tutu: no hay más que leer su libro Libres del miedo para comprender que en ella, como en los mencionados líderes, radican las semillas de la manifestación de la excelencia humana en nuestro siglo. Pero hay un pequeño inconveniente: es exótica, mujer y tranquila. Lo diré crudamente: respocnde a un esquema que no excita lo suficiente a los constructores de imágenes con las que "solidarizarse". Lo diré más crudamente: las izquierdas de todos los países son enormemente reluctantes a "adoptar" personajes y causas asiáticas, que no responden a las lógicas de confrontamiento ideológico fraguadas en la guerra fría, que explican los ardores respecto a Oriente medio, América Latina u otros lugares por los cuales sigue pasando aquella infame línea divisoria emocional. Aung San no levanta el puño ni hace proclamas revolucionarias, no cree que esté justificado lanzar misiles sobre Israel para conseguir la libertad de su pueblo ni considera excusable que una guerrilla se financie con cocaína. Aung San Suu Chi no excita actitudes porque su figura no sirve para albergar ambigüedades interesadas.

Hace solamente un año y tres meses que Birmania fue devastada por unas terribles tormentas que acabaron con las reservas de arroz y provocaron una hambruna devastadora en el país. En aquella ocasión la junta militar acabó por ganar su condición de genocida al quedar en evidencia ante el mundo como saqueadores de su propio pueblo. Ahora, tan poco tiempo después, es sorprendente comprobar como ningún periódico ni ningún periodista español han recordado aquellos hechos como contexto imprescindible de la última condena a la líder democrática. Se trata, al fin y al cabo, de una premio Nobel de la Paz; todo demasiado ligero, todo demasiado extraño, todo demasiado huidizo, todo demasiado frívolo, todo demasiado deplorable para la conciencia democrática mundial.

Si tuviera ganas de enfadarme podría explicar muy clarito el porqué ideológico, político y geoestratégico de las reservas, así como el fundamento de la inhibición de los intelectuales, pero no tengo ganas de sentir asco. Me asimilo a la ironía escueta de Aung San al conocer la sentencia del falso tribunal de los usurpadores: "Gracias por la condena".

Apoyo a Aung San Suu Chi en Birmania por la paz

La Internacional Socialista protesta enérgicamente por la condena y llama a una firme acción sobre Birmania.

Quo Vadis China

China y la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), han firmado su tercer acuerdo de libre comercio para potenciar la inversión mutua entre el gigante asiático y la organización internacional.

Esta será la tercera colaboración pactada desde mediados de 2005, cuando se firmó el primer acuerdo sobre comercio de bienes, seguido de un segundo pacto relativo a servicios, dos años después.

Las relaciones de inversión entre China y la ASEAN (conformada por Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam, Birmania, Laos, y Camboya) han arrojado un total de 11.700 millones de dólares a finales de 2008.

El nuevo acuerdo de inversión insta a los países firmantes a aportar protección ante las inversiones extranjeras, y compensación contra los daños causados por protestas y disturbios políticos, y llama a los respectivos gobiernos a facilitar la resolución de las disputas laborales, así como la repatriación de los beneficios empresariales.

El senador estadounidense Jim Webb se entrevista con el líder de la Junta Militar birmana

El senador Jim Webb se convirtió hoy en el funcionario de mayor rango de Estados Unidos en verse las caras con el general Than Shwe, jefe de la Junta Militar de Birmania (Myanmar), desde que los uniformados tomaron el poder en 1962.

Webb se entrevistó con el líder birmano en Naypidaw, la nueva capital administrativa del régimen, en el centro del país, informaron fuentes diplomáticas.

El senador demócrata llegó ayer a Rangún procedente de Laos, una de las escalas de la gira de dos semanas por el Sudeste Asiático, y también tiene previsto mantener un encuentro con miembros de la opositora Liga Nacional por la Democracia (LND) de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Webb, presidente del Subcomité para asuntos de Asia Oriental y el Pacífico del Senado de Estados Unidos y aliado político del presidente Barack Obama, es favorable al diálogo para promover las reformas políticas en Birmania.

Su postura contrasta con la oficial de Washington, que hace dos días decidió endurecer las sanciones económicas al régimen birmano después de que éste mantuviera la privación de libertad a Suu Kyi.

El pasado martes, la líder opositora fue sentenciada a tres años de prisión con trabajos forzados por haber violado las condiciones del confinamiento que cumplía desde 2003 al acoger en su casa al estadounidense John Michael Yettaw.

Tras darse a conocer el fallo, Than Shwe ordenó conmutar la pena a Suu Kyi por 18 meses de arresto domiciliario.

Yettaw fue hallado culpable del mismo delito y tendrá que pasar siete años -incluidos cuatro de trabajos forzados- en la cárcel por haber entrado ilegalmente en la vivienda de "La Dama", como es conocida popularmente por los birmanos.

La LND, el movimiento estudiantil y los monjes budistas emitieron un comunicado la víspera de la llegada de Webb en el que advertían al senador de que su visita será aprovechada por la Junta Militar para lavar su imagen ante la comunidad internacional y vender un apoyo tácito de EEUU a su nueva condena a Suu Kyi.

Así se confirmó ayer en la televisión estatal, que retransmitió anoche una y otra vez las imágenes de la reunión del senador con el primer ministro, el general Thein Sein.

Obama revitaliza la diplomacia estadounidense

A diferencia de la Administración anterior, Barack Obama no está dudando a la hora de dar luz verde a los viajes de diversos emisarios de EE UU a lugares incómodos, como Myanmar, una nación sobre la que Washington aplica duras sanciones comerciales desde 1988, intensificadas después del estallido de protestas pacíficas contra el régimen en 2007. Entonces, los soldados disolvieron las manifestaciones a tiros, hirieron a cientos de monjes budistas, que las lideraban, y encarcelaron a 2.000 disidentes. La cifra de muertos oscila entre los 15 que admitió el régimen y los 200 de los que habla la oposición.

El pasado martes, Suu Kyi fue condenada a 18 meses de arresto domiciliario por violar los términos de otra detención que ya cumplía en su hogar, una rutina a la que el régimen la somete desde los años noventa. La ampliación de la condena impide a la activista presentarse a las elecciones de 2010. Suu Kyi ganó unos comicios en 1990, los únicos libres en Myanmar desde hace cuatro décadas, pero un nuevo golpe de Estado anuló los resultados.

Ahora, el senador por Virginia Jim Webb, un moderado y veterano de la guerra de Vietnam, se ha embarcado en un viaje a Asia en el que ha incluido también paradas en Tailanda, Laos, Camboya y Vietnam. La sorpresa es la visita a los dirigentes de la Junta birmana, la primera de este tipo en un país en el que EE UU no tiene embajador. El senador, un experto en política asiática, ha criticado duramente el castigo contra Suu Kyi, pero en marzo dijo: "Las sanciones que impone EE UU son contraproducentes en cuanto a nuestra capacidad para ayudar en la adversidad a la que se enfrenta la ciudadanía birmana". "Esperaremos a ver qué consigue. Él es responsable de su propia agenda y nosotros estamos de acuerdo con que se encuentre allí", dijo su portavoz.

Un senador demócrata de Estados Unidos llegó ayer a Myanmar (antigua Birmania), con el beneplácito de la Casa Blanca, para reunirse hoy con diversos representantes de la Junta Militar que gobierna el país con mano de hierro desde 1988. La visita se produce cuatro días después de que el régimen birmano ampliara otros 18 meses la detención domiciliaria de la líder prodemocrática y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi. El viaje marca un viraje sustancial en la política exterior norteamericana, después de la reciente visita del ex presidente Bill Clinton a Corea del Norte y la gira africana de la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

La propia secretaria de Estado puso rumbo ayer a Washington después de un viaje de 11 días por siete países del África subsahariana, en el que negoció con líderes locales para contrarrestar el ascenso del terrorismo en la zona, exigió una mejora radical en los derechos de las mujeres y trató de atajar el ascenso comercial de China en países productores de petróleo como Angola o Nigeria.

"Me voy de África todavía más ilusionada por lo que queda por hacer", dijo en Cabo Verde. "Aquí no estamos dulcificando los problemas. No huimos de ellos. Estamos invirtiendo tiempo y esfuerzos en la gente de África". Durante su visita al continente, su marido, Bill Clinton, acudió a Corea del Norte, a título privado pero con el apoyo de Obama, para liberar a dos periodistas norteamericanas detenidas y condenadas por entrar en el país de forma ilegal. En su visita se reunió con el dictador Kim Jong Il, al que el ex presidente George Bush colocó en el célebre eje del mal en 2002.

jueves, 13 de agosto de 2009

La tensión aumenta en el paso de las Tres Pagodas por LAWI WENG . Irrawaddy

More Democratic Karen Buddhist Army (DKBA) troops are deploying near Three Pagodas Pass in preparation for an offensive against Brigade 6 of the Karen National Liberation Army, according to local sources.

A businessman at Three Pagodas Pass said that about 80 DKBA soldiers arrived last week to set up a new battalion at Three Pagodas Pass, which is 3 kilometers from the township.

More troops are to come, according to the businessman.

About 1,000 Burmese troops are on their way to the area, according to the New Mon State Party (NMSP).

The sources said that a joint DKBA and Burmese force plans to take Maekatha village, the main KNLA Brigade 6 base, which is about 15 kilometers from Three Pagodas Pass.

The offensive aims to gain control of lucrative concessions for logging, commercial trade and taxation.

A member of the KNU at Three Pagodas Pass said, “We know their plans and will not allow them to succeed. We will fight back.”

The New Mon State Party (NMSP) is concerned that the Burmese troops will target them in turn.

“This is first time such a large Burmese force has come near us in 14 years of ceasefire with the junta,” said Nai Chay Mon, a member of the NMSP.

The Mon refused the recent Burmese army request to transform their troops into a border guard force.

The NMSP said that the Burmese army plans to set up a new brigade at Three Pagodas Pass, which it thinks will be used against the NMSP if tensions escalate.

The NMSP said that the Burmese military will give more control over border trade to the DKBA at the Three Pagodas Pass, hoping that this will encourage fighting between the NMSP and DKBA.

“Even the Karen fight Karen, so the Mon are ready to fight anytime,” NMSP member Nai Lawi Mon said.

The NMSP and DKBA have had frequent disputes at the Three Pagodas Pass. Last year, a member of the DKBA was killed by the NMSP after a crackdown on drugs in their area.

In 1988, the KNU and NMSP clashed at the Three Pagodas Pass, causing loss of life on both sides.

Meanwhile, the DKBA has expanded the area where it will serve as a border guard force and control border trade.

The DKBA seized KNLA Brigade 7 in June, and joint DKBA and Burmese army forces intend to seize all KNLA-controlled areas along the border before the Burmese regime holds its planned general election in 2010, according to border sources.

The DKBA is the only armed ethnic group that has agreed to transform its troops into a border force after the 2010 election.

Security analysts describe the DKBA as an armed group that earns income from drug trafficking and car smuggling with the tacit acceptance of the military junta.