La CSI y la Confederación Europea de Sindicatos pidieron hoy a la Unión Europea que tome la iniciativa e imponga severas sanciones a Birmania después de las últimas medidas de violenta represión en aquel país por parte de la junta militar. Europa aplica ya de momento algunas sanciones, pero resultan mínimas frente al tipo de presión necesaria para convencer al régimen militar de que debe permitir el retorno de la democracia. En cabeza de la lista de sanciones han de situarse los sectores de petróleo y gas, principal fuente de ingresos internacionales de la junta. Cualquier régimen de sanciones que no incluya el petróleo y el gas carecería de efectividad y credibilidad, según la CSI y la CES.
“Los auténticos beneficiarios de cualquier vínculo comercial con Birmania son los militares. Mantienen un control total sobre la economía del país, y la utilizan para enriquecerse a expensas del pueblo. Toda actividad comercial con Birmania contribuye en realidad a apoyar uno de los regimenes más violentos y opresores del mundo, y la importancia de estos negocios para los generales birmanos es más evidente que nunca ahora que han reanudado sus esfuerzos para obligar a Aung San Suu Kyi a abandonar la petición de sanciones globales lanzada por el movimiento democrático birmano”, indicó el Secretario General de la CSI, Guy Ryder.
La CSI y la CES piden específicamente a la UE que establezca :
Una prohibición integral de toda inversión en Birmania por parte de empresas registradas en la UE y sus subsidiarios, así como de los ciudadanos de la UE, aplicándose tanto a nuevas inversiones como a un requisito de retirarse de operaciones comerciales existentes. Esta prohibición debe incluir todos los sectores, incluyendo el petróleo y el gas, y abarcar igualmente la inversión a través de empresas conjuntas, o arreglos similares, por parte de las empresas registradas en la UE en todas las compañías estatales birmanas (no solo las que llevan tal nombre) ;
Una prohibición a todas las empresas registradas en la UE a participar en empresas conjuntas, en contratos o a que hagan negocios con la junta militar y con entidades estatales ;
Una prohibición de las importaciones a la UE de bienes y servicios procedentes de Birmania, y de forma particularmente urgente prohibir los bienes provenientes de entidades pertenecientes y/o explotadas, o producidos por empresas que sean propiedad o que mantengan estrechos vínculos con la junta birmana, con personal militar y/o con sus familiares ; esto ha de incluir una prohibición de los productos estratégicamente importantes producidos bajo el monopolio del Estado de Birmania, como la madera y las piedras preciosas ;
Una prohibición de realizar transferencias y transacciones financieras internacionales hacia y desde Birmania por parte de ciudadanos, entidades oficiales o empresas de la UE. Esta medida ha de incluir una prohibición para cualquier empresa con sede en la UE de aprobar, financiar, facilitar o garantizar transacciones financieras internacionales con bancos propiedad del gobierno birmano.
Disposiciones para garantizar que ningún armamento originario de la UE pueda venderse a Birmania a través de terceros países, como se piensa que ha ocurrido en el pasado,
La prohibición a los gobiernos de la UE de conceder créditos a la exportación a sus compañías en relación con cualquier transacción comercial o inversión en Birmania,
El Secretario General de la CES, John Monks, comentó : “Es evidente que el compromiso económico no contribuye a aplacar a este régimen. Los Ministros de la UE deben ahora actuar con decisión y acordar medidas severas para trasmitir a los generales la indignación de los trabajadores/as y ciudadanos/as de Europa”.
“Los auténticos beneficiarios de cualquier vínculo comercial con Birmania son los militares. Mantienen un control total sobre la economía del país, y la utilizan para enriquecerse a expensas del pueblo. Toda actividad comercial con Birmania contribuye en realidad a apoyar uno de los regimenes más violentos y opresores del mundo, y la importancia de estos negocios para los generales birmanos es más evidente que nunca ahora que han reanudado sus esfuerzos para obligar a Aung San Suu Kyi a abandonar la petición de sanciones globales lanzada por el movimiento democrático birmano”, indicó el Secretario General de la CSI, Guy Ryder.
La CSI y la CES piden específicamente a la UE que establezca :
Una prohibición integral de toda inversión en Birmania por parte de empresas registradas en la UE y sus subsidiarios, así como de los ciudadanos de la UE, aplicándose tanto a nuevas inversiones como a un requisito de retirarse de operaciones comerciales existentes. Esta prohibición debe incluir todos los sectores, incluyendo el petróleo y el gas, y abarcar igualmente la inversión a través de empresas conjuntas, o arreglos similares, por parte de las empresas registradas en la UE en todas las compañías estatales birmanas (no solo las que llevan tal nombre) ;
Una prohibición a todas las empresas registradas en la UE a participar en empresas conjuntas, en contratos o a que hagan negocios con la junta militar y con entidades estatales ;
Una prohibición de las importaciones a la UE de bienes y servicios procedentes de Birmania, y de forma particularmente urgente prohibir los bienes provenientes de entidades pertenecientes y/o explotadas, o producidos por empresas que sean propiedad o que mantengan estrechos vínculos con la junta birmana, con personal militar y/o con sus familiares ; esto ha de incluir una prohibición de los productos estratégicamente importantes producidos bajo el monopolio del Estado de Birmania, como la madera y las piedras preciosas ;
Una prohibición de realizar transferencias y transacciones financieras internacionales hacia y desde Birmania por parte de ciudadanos, entidades oficiales o empresas de la UE. Esta medida ha de incluir una prohibición para cualquier empresa con sede en la UE de aprobar, financiar, facilitar o garantizar transacciones financieras internacionales con bancos propiedad del gobierno birmano.
Disposiciones para garantizar que ningún armamento originario de la UE pueda venderse a Birmania a través de terceros países, como se piensa que ha ocurrido en el pasado,
La prohibición a los gobiernos de la UE de conceder créditos a la exportación a sus compañías en relación con cualquier transacción comercial o inversión en Birmania,
El Secretario General de la CES, John Monks, comentó : “Es evidente que el compromiso económico no contribuye a aplacar a este régimen. Los Ministros de la UE deben ahora actuar con decisión y acordar medidas severas para trasmitir a los generales la indignación de los trabajadores/as y ciudadanos/as de Europa”.
La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores y trabajadoras en 153 países y territorios, y cuenta con 305 afiliadas nacionales.
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