lunes, 25 de mayo de 2009

Birmania acusa a Tailandia de injerencia tras criticar el juicio a Suu Kyi

La Junta Militar de Birmania acusó hoy al Gobierno de Tailandia de inmiscuirse en sus asuntos internos por afirmar que el juicio a la líder opositora y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi amenaza su "honor y credibilidad".

A través del diario oficial "New Light of Myanmar", que el régimen emplea para difundir sus mensajes, los generales birmanos denunciaron que la postura de Tailandia se desvía de la política oficial de no injerencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que pertenecen ambos países.

Tailandia, como presidente de turno de la ASEAN, emitió durante el fin de semana una condena del proceso a Suu Kyi en términos inusualmente explícitos y recordó que la Junta Militar ha ignorado todos sus llamamientos anteriores para liberar a la activista.

El juicio a la Nobel de la Paz se reanuda hoy en la prisión de máxima seguridad de Insein en Rangún con la presentación de testigos de la defensa.

Durante la última vista celebrada el pasado viernes, el tribunal aceptó los cargos presentados por los abogados del Gobierno birmano contra Suu Kyi, quien se declaró inocente de haber violado los términos del arresto domiciliario bajo el que se halla desde 2003.

Por este delito puede ser condenada a una pena máxima de cinco años de cárcel.

El fiscal afirma que la opositora dio cobijo a un ciudadano extranjero, el estadounidense John William Yettaw, detenido el pasado 6 de mayo tras haber pasado dos días en la vivienda de Suu Kyi, a la que llegó nadando por el lago Inye y burlando a los soldados que vigilan la casa.

Suu Kyi niega que lo acogiera de forma voluntaria e insiste en que no lo invitó y además le pidió que se marchara.

De inmediato, la líder opositora fue detenida y encarcelada antes de ser enjuiciada, apenas días antes de que el próximo 27 de mayo expirara el plazo máximo de confinamiento en su casa, según las leyes birmanas.

El fallo se conocerá en unas dos semanas, según los abogados de Suu Kyi, de cuya casa al norte de la antigua capital se han retirado las habituales barricadas para controlar el tráfico, una señal de que quizás no regrese allí en un futuro cercano.

Gobiernos de todo el mundo y Naciones Unidas han condenado el proceso y exigido la puesta en libertad inmediata de "La Dama", como es conocida por sus simpatizantes en Birmania (Myanmar).

La Liga Nacional por la Democracia (LND), el principal partido opositor birmano, denuncia que el juicio es una estratagema para borrar a la Nobel de la Paz de las elecciones que el régimen planea celebrar el próximo año, las primeras desde 1990.

En aquella ocasión, Suu Kyi y la LND obtuvieron una abrumadora victoria, pero los generales se negaron a acatar el veredicto de las urnas y el país continúa siendo una dictadura militar desde 1962.