miércoles, 17 de diciembre de 2008

El hielo en el Ártico alcanza su segundo nivel más bajo de la historia

Los datos meteorológicos de 2008 corroboran una vez más la tendencia al calentamiento del planeta, que este año ha hecho descender la extensión de hielo en el Ártico a su segundo nivel más bajo de la historia, informó hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En la presentación del informe anual de la OMM, su secretario general, Michel Jarraud, dijo que "la tendencia al calentamiento se mantiene", tras indicar que 2008 fue el décimo año más caliente desde 1850, cuando la ciencia empezó a registrar las variaciones de temperatura.

Además de las temperaturas y de diversos fenómenos meteorológicos extremos -como sequías, huracanes, inundaciones y tormentas de nieve-, otro factor que muestra la gravedad del cambio climático es el derretimiento de la capa de hielo en el Ártico.

En septiembre pasado, durante la temporada de fusión del hielo, la extensión de hielo marino en el Ártico se redujo hasta el segundo nivel más bajo jamás registrado desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979.

El tamaño de la capa fue de 4,67 millones de kilómetros cuadrados al final del verano, frente al récord más bajo de 4,3 millones registrado en el mismo periodo de 2007. No obstante, Jarraud advirtió de que en varios puntos el espesor de la capa fue menor este año frente al anterior.

El experto comentó que una situación que ilustra lo inquietante de la situación es que este año, por primera vez en la historia, los barcos han logrado pasar del Atlántico al Pacífico simultáneamente por el norte de Siberia y el de Canadá, "una situación totalmente excepcional y preocupante".

"Se trata de un indicador suplementario que confirma el calentamiento global", agregó. Asimismo, el informe anual de la OMM señala que en 2008 se produjo la "espectacular desaparición de casi un cuarto de las antiguas plataformas macizas de hielo de la isla de Ellesmere (Ártico canadiense).

Así, una capa de hielo de un grosor de 70 metros, que en el siglo XX cubría una superficie de 9.000 kilómetros cuadrados ha quedado reducida a tan sólo 1.000 kilómetros cuadrados. Por otra parte, Jarraud dijo que si tuviera que hablarse de un fenómeno meteorológico que marcó 2008 sería el ciclón Narguís, que devastó el sur de Birmania causando cerca de 80.000 muertos y fue uno de los mayores desafíos humanitarios del año.

El responsable de la OMM dijo que la temporada de huracanes también fue "bastante inusual" y causó mucho daño en el Caribe, Centroamérica y Estados Unidos. Por primera vez se registraron seis ciclones consecutivos que llegaron a tierra en EE.UU. y tres huracanes de gran intensidad golpearon Cuba.

"Fue una de las temporadas de huracanes más activas, con un total de ocho huracanes, de los que cinco fueron intensos, frente a una media de seis y dos, respectivamente", precisó Jarraud.

Como otro fenómeno extremo, el científico mencionó las mayores inundaciones ocurridas en el sur de Brasil en un siglo, mientras que situaciones similares se vivieron en partes de Colombia, Panamá y otros países centroamericanos.

Con respecto a la capa de ozono, la OMM informó de que este año el agujero fue mayor que en 2007 al alcanzar una superficie máxima de 27 millones de kilómetros cuadrados el 12 de septiembre (frente a 25 millones un año antes).

Sin embargo, el agujero fue al mismo tiempo menor que el récord de 2006, cuando sus dimensiones fueron de 29 millones de kilómetros cuadrados.