El Gobierno de Indonesia anunció hoy que no concederá asilo político a 193 inmigrantes pertenecientes a una etnia perseguida en Birmania (Myanmar) retenidos en una base naval en el oeste del archipiélago.
'Tras haberles investigado, ha quedado claro que lo que quieren es trabajar aquí y su vida no corre serio peligro en sus países', dijo en un comunicado el ministro de Exteriores indonesio, Hassan Wirajuda.
La mayoría de los inmigrantes pertenecen a la etnia de los rohingya, acorralada por los budistas birmanos y de la que decenas de miles de sus miembros viven en campos de refugiados en la vecina Bangladesh, que sí les otorga asilo político.
Wirajuda indicó que se les negará la entrada a Indonesia y en los próximos días serán repatriados a Birmania.
Los irregulares fueron hallados el pasado 7 de enero flotando a la deriva y sin agua ni comida en los restos de una pequeña barcaza.
Muchos fallecieron durante el trayecto a Indonesia a causa de la sobrecarga de pasajeros del buque, según fuentes militares, que no precisaron el total de víctimas mortales.
En 1992, más de un cuarto de millón de rohingya huyeron de la limpieza étnica en Birmania, donde no se respetan sus derechos, según la organización Human Rights Watch (HRW).
Integrada por unos 3 millones de personas que descienden de los comerciantes árabes que llegaron en el siglo VII a la región de Arakan, al oeste del país, es habitualmente reprimida por la Junta Militar.
Otros 129 rohingya están también retenidos en Tailandia tras naufragar la semana pasada en el sur del país, cuyas autoridades no permiten que sean examinados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.