El último en regresar a suelo chino fue un joven de 24 años llamado Qiao Yabiao, quien cruzó la frontera entre ambos países esta misma mañana, según autoridades chinas citadas por la agencia oficial Xinhua.
La liberación de Qiao se llevó a cabo "mediante la coordinación con el Ministerio de Seguridad Pública", dijo Zhou Xin, responsable del buró de Seguridad Pública de Yanhu, en la provincia septentrional china de Shanxi, sin desvelar si la familia había pagado el rescate por el joven.
Los 19 secuestrados fueron obligados a endeudarse en apuestas en Birmania, de manera que los secuestradores exigían a los familiares un rescate para enviarlos de regreso a China, según los portavoces policiales.
Por ejemplo, Qiao perdió 100.000 yuanes en apuestas (14.706 dólares, 11.380 euros).
Desde agosto, la ciudad de Yuncheng, en Shanxi, ha sido escenario de numerosos secuestros de adolescentes que fueron a parar a Birmania mediante una banda de secuestradores que opera en ambos países.
La policía china informó con anterioridad que unos 50 adolescentes de la ciudad habían sido secuestrados, pero Zhou cree ahora que son en realidad menos.
La mayoría de las víctimas fueron liberadas después de que sus familias pagaran por ellos entre 20.000 y 100.000 yuanes (3.000 y 14.700 dólares).
Las investigaciones iniciales indican que al menos nueve sospechosos están implicados en el secuestro y traslado de las víctimas, de los que tres han sido ya arrestados.