Si alguien se enfrenta contigo y le respondes igualmente con cólera, el resultado es desastroso. Al contario, si tú controlas la cólera y muestras actitudes opuestas a ella, como la compasión, la tolerancia y la paciencia, entonces no sólo permanecerás en paz, sino que el enfado del otro disminuirá gradualmente.
Los problemas mundiales no se pueden enfrentar con enfado y odio. Más bien deben de ser resueltos con compasión, amor y sincera bondad. Aunque hay muchas armas en el mundo, las armas por sí mismas no pueden empezar una guerra. Los botones están bajo los dedos de los humanos. La última responsabilidad descansa en nuestro pensamiento.
Si observas con detenimiento estos casos de conflictos en el mundo, observarás que la proyección se encuentra dentro de la mente, y de ella surgen las acciones. Así pues controlar la mente, es muy importante. No estoy hablando simplemente de meditar, sino de ir más allá en el sentido de disminuir la cólera y tener más respeto por todos los sere, pre- ocuparte de los otros. Tener una comprensión más clara de la igualdad y la interdependencia.
Todos queremos la felicidad, eso nos une, la paz total es posible con la bondad y el amor incondicional. Aunque nadie quiere la guerra, la cólera y el enfado esté se produce una y otra vez debido a la ignorancia de la separación. Para conseguir la paz en los conflictos, primero tenemos que cambiar nosotros mismos. Es el momento de conseguir un acercamiento politico diferente a la resolución de los conflictos.
Tenemos que producir paz mediante una transformación interna, es el único medio de conseguir la paz duradera. Aunque muramos en el intento, eso no es importante, puesto que todo el trabajo realizado lo heredarán nuestros hijos. El progreso humano continuará. Creo que aunque pueda ser considerado poco practico, idealista e imposible, es la única via. Por eso donde quiera que voy pongo en marcha esas ideas, especialmente en los conflictos.
Cada uno de nosotros tenemos responsabilidad en la Humanidad. Todos los seres son nuestros verdaderos hermanos y hermanas y si nos preocupamos por su bienestar, disminuye su sufrimiento. Podemos ser más generosos con nuestro tiempo, nuestro pensamiento, nuestras acciones. No hay que olvidar el interés de los demás, el beneficio de la Humanidad.
Os invito a que este verano pongais en práctica el desarrollo de la bondad y la compasión con los demás, y que obtengais así más beneficios para vuestra propia vida. No hay necesidad de ir a ningún sitio para eso, solo hace falta un corazón y prácticar la filosofia de la bondad.
Los problemas mundiales no se pueden enfrentar con enfado y odio. Más bien deben de ser resueltos con compasión, amor y sincera bondad. Aunque hay muchas armas en el mundo, las armas por sí mismas no pueden empezar una guerra. Los botones están bajo los dedos de los humanos. La última responsabilidad descansa en nuestro pensamiento.
Si observas con detenimiento estos casos de conflictos en el mundo, observarás que la proyección se encuentra dentro de la mente, y de ella surgen las acciones. Así pues controlar la mente, es muy importante. No estoy hablando simplemente de meditar, sino de ir más allá en el sentido de disminuir la cólera y tener más respeto por todos los sere, pre- ocuparte de los otros. Tener una comprensión más clara de la igualdad y la interdependencia.
Todos queremos la felicidad, eso nos une, la paz total es posible con la bondad y el amor incondicional. Aunque nadie quiere la guerra, la cólera y el enfado esté se produce una y otra vez debido a la ignorancia de la separación. Para conseguir la paz en los conflictos, primero tenemos que cambiar nosotros mismos. Es el momento de conseguir un acercamiento politico diferente a la resolución de los conflictos.
Tenemos que producir paz mediante una transformación interna, es el único medio de conseguir la paz duradera. Aunque muramos en el intento, eso no es importante, puesto que todo el trabajo realizado lo heredarán nuestros hijos. El progreso humano continuará. Creo que aunque pueda ser considerado poco practico, idealista e imposible, es la única via. Por eso donde quiera que voy pongo en marcha esas ideas, especialmente en los conflictos.
Cada uno de nosotros tenemos responsabilidad en la Humanidad. Todos los seres son nuestros verdaderos hermanos y hermanas y si nos preocupamos por su bienestar, disminuye su sufrimiento. Podemos ser más generosos con nuestro tiempo, nuestro pensamiento, nuestras acciones. No hay que olvidar el interés de los demás, el beneficio de la Humanidad.
Os invito a que este verano pongais en práctica el desarrollo de la bondad y la compasión con los demás, y que obtengais así más beneficios para vuestra propia vida. No hay necesidad de ir a ningún sitio para eso, solo hace falta un corazón y prácticar la filosofia de la bondad.