La Junta Militar birmana advirtió hoy a los seguidores de la líder opositora Aung San Suu Kyi que se abstengan de convocar manifestaciones o protestas mañana, cuando está previsto que se conozca el veredicto del juicio contra la premio Nobel de la Paz por presunta violación de las condiciones de su arresto domiciliario.
Los medios estatales avisaban hoy en sus titulares contra cualquier protesta que se convoque en el país, afirmando que las autoridades tendrán que "reprimir elementos subversivos y alteraciones" del orden, informa la BBC.
A pesar de los múltiples llamamientos por parte de la comunidad internacional, que pide la liberación de todos los presos políticos birmanos, incluida Suu Kyi, mañana se espera un veredicto de culpabilidad que podría condenar a la líder opositora a un máximo de cinco años de cárcel. De hecho, ella misma espera "lo peor", según sus abogados.
En una de sus páginas, el periódico oficial 'New Light of Myanmar' publicaba hoy: "Cuidado si algunas personas incitan a la gente para tomar las calles. En realidad, son elementos antidemocráticos, no activistas a favor de la democracia".
Suu Kyi, de 64 años, está siendo juzgada desde el pasado mes de mayo, cuando las autoridades detuvieran a un ciudadano estadounidense, John Yettaw, que había pasado dos días en su casa eludiendo el control de los guardias de seguridad. La premio Nobel asegura que cuando se enteró de que Yettaw estaba en su casa le pidió que se fuera, pero que éste no quiso.
"Hemos dado todo lo que hemos podido y ella está preparada para lo peor", declaró el abogado de Suu Kyi, Nyan Win, a los periodistas. "No queremos especular, pero estamos dispuestos a seguir explorando todas las vías", añadió.
La defensa intentó esta semana demostrar que los argumentos de la acusación carecen de fundamento y que Suu Kyi se encontraba realmente en régimen de "prisión preventiva" y no bajo arresto domiciliario cuando ocurrieron los hechos. No obstante, el tribunal rechazó finalmente la petición de la defensa para que se permitiera la declaración de un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores, explicó Win.
Los medios estatales avisaban hoy en sus titulares contra cualquier protesta que se convoque en el país, afirmando que las autoridades tendrán que "reprimir elementos subversivos y alteraciones" del orden, informa la BBC.
A pesar de los múltiples llamamientos por parte de la comunidad internacional, que pide la liberación de todos los presos políticos birmanos, incluida Suu Kyi, mañana se espera un veredicto de culpabilidad que podría condenar a la líder opositora a un máximo de cinco años de cárcel. De hecho, ella misma espera "lo peor", según sus abogados.
En una de sus páginas, el periódico oficial 'New Light of Myanmar' publicaba hoy: "Cuidado si algunas personas incitan a la gente para tomar las calles. En realidad, son elementos antidemocráticos, no activistas a favor de la democracia".
Suu Kyi, de 64 años, está siendo juzgada desde el pasado mes de mayo, cuando las autoridades detuvieran a un ciudadano estadounidense, John Yettaw, que había pasado dos días en su casa eludiendo el control de los guardias de seguridad. La premio Nobel asegura que cuando se enteró de que Yettaw estaba en su casa le pidió que se fuera, pero que éste no quiso.
"Hemos dado todo lo que hemos podido y ella está preparada para lo peor", declaró el abogado de Suu Kyi, Nyan Win, a los periodistas. "No queremos especular, pero estamos dispuestos a seguir explorando todas las vías", añadió.
La defensa intentó esta semana demostrar que los argumentos de la acusación carecen de fundamento y que Suu Kyi se encontraba realmente en régimen de "prisión preventiva" y no bajo arresto domiciliario cuando ocurrieron los hechos. No obstante, el tribunal rechazó finalmente la petición de la defensa para que se permitiera la declaración de un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores, explicó Win.