jueves, 30 de julio de 2009

Zoya Phan: "La Junta Militar birmana quiere matar a Aung San Suu Kyi"


PAKA DÍAZ
LONDRES.- Zoya Phan, de 28 años, es el rostro del exilio birmano. Miembro de la minoría étnica karen, reside en el Reino Unido, donde ha estudiado política y acaba de publicar un libro autobiográfico, 'Pequeña hija', en el que cuenta su infancia y su huida, con 14 años, de los militares que arrasaron su aldea y a su gente. Sus discursos, ágiles, valientes y honestos le han dado fama en Internet. Son su arma para denunciar la dictadura que, con puño de hierro, gobierna su país desde hace 47 años. Además, Zoya señala la falta de resultados por parte de la comunidad internacional -que llevan 20 años negociando con la Junta Militar sin resultados- y, por último, lanza un aviso sobre la situación de la Premio Nobel de la Paz Birmana Aung San Suu Kyi, detenida por los militares: "Si no lo evitamos, morirá".
¿Cuál es la situación actual de Aung San Suu Kyi?
Estamos muy preocupados por su salud. Durante años la Junta Militar le ha denegado el acceso a los médicos que necesita. Está débil y necesita tratamiento urgente.
¿Qué opinión le merece este encausamiento?
El juicio de Aung San Suu Kyi es ridículo. Esta acusada de que un norteamericano, el señor Yettaw, entrase en su casa. Por tanto, ¿cuál es su culpa? Ese hombre se coló, forzó la entrada... ¿De qué se la acusa a ella? Es todo una farsa. La Dama [afectuoso nombre con el que es conocida Aung San Suu Kyi entre sus seguidores] lleva en arresto domiciliario durante más de 13 años. Según Naciones Unidas y según las leyes internacionales, es ilegal e injustificado. Con el juicio, la Junta Militar quiere eliminar estorbos en su camino hacía las elecciones del año próximo.
Mañana, en principio, se conocerá el veredicto del tribunal militar que la ha juzgado. ¿Qué puede ocurrir?
Parece que no la condenarán a cinco años más de arresto, pero sí a uno o dos más; quizá domiciliario, tal vez en barracones militares. Nuestra esperanza es que, si la condenan, el mundo despierte a la necesidad de acciones de mayor envergadura. Mi mayor miedo es que los generales queden impunes una vez más.
¿Es ella el mayor obstáculo para la Junta Militar?
Sí, y la voluntad de resistencia del pueblo que ella personifica. A la Junta Militar le gustaría verla muerta, quieren matarla como sea pero sin mancharse las manos. Si no la ayudamos, lo conseguirán. Suu Kyi es un gran impedimento para ellos porque ella cree en la democracia y es un símbolo de la libertad para todos los ciudadanos.
¿Cuál ha sido la situación de Birmania en los últimos tiempos?
Los militares nos mantienen en una dictadura durísima y muy dolorosa. Han asesinados a monjes, a periodistas, a sus propios ciudadanos. Tras el ciclón que asoló el país hace un año, murieron o desaparecieron más de 140.000 personas. Y los militares reaccionaron cerrando las puertas a la ayuda humanitaria e, incluso, robando la comida para las víctimas y cobrándoles la ayuda para reconstruir sus hogares, o convirtiéndolos en esclavos. ¿Qué más hace falta para que las fuerzas internacionales intervengan? Durante mucho tiempo, ha parecido que a los gobiernos internacionales les importaban más las esmeraldas y los recursos naturales birmanos que la terrible situación de la gente en el país.
Estados Unidos y la Unión Europea han endurecido, en los últimos meses, las sanciones al régimen birmano. ¿Es la solución?
Estados Unidos y la Unión Europea hablan duro pero actúan débilmente. Queremos sanciones económicas fuertes, las actuales no hacen daño a los generales. La mejor manera de ayudar a los birmanos es consiguiéndoles democracia y derechos humanos. Ni la Unión Europea ni Estados Unidos están haciendo lo suficiente, ni siquiera mandando la suficiente ayuda. Deberían, además, formar puestos fronterizos para ayudar a los refugiados étnicos que huyen de Birmania. Y, tristemente, el Gobierno español no ha apoyado acciones más duras contra la Junta Militar birmana. España debería apoyar al movimiento democrático birmano, no al régimen dictatorial.
Birmania se está acercando al gobierno de Corea del Norte peligrosamente. ¿Que podría pasar si consiguieran armas nucleares?
Creemos que la gran ambición de la Junta Militar birmana es conseguir tecnología nuclear, pero no sabemos nada de las armas nucleares. Lo que sí me preocupa es el hecho de que Corea del Norte está administrando armas a la Junta Militar birmana, armas que usan para atacar a las minorías étnicas. Las usan para crímenes de guerra de lesa humanidad. ¿Por qué no hay un embargo global para parar la venta de armas a los generales?
Perteneces a los karen, una minoría étnica. Acabas de publicar un libro autobiográfico, Pequeña hija. ¿Querías denunciar la situación de tu pueblo con él?
Sí, lo he escrito porque quiero que el mundo nos conozca y nos ayude. En él cuento mi historia: cómo es crecer en una dictadura, cómo te sientes cuando te ves obligada a abandonar tu hogar a los 14 años, huyendo a través de la jungla para salvar tu vida, mientras disparaban y violaban a mi gente y destrozaban nuestras casas.
¿Qué recuerdas de tu infancia?
Una vida tranquila y feliz. Mis padres, mis hermanos y un entorno maravilloso. He crecido en el lugar más bello del mundo, rodeada de prados en los que tumbarte, flores que coger y ríos en los que bañarte. Nos han robado nuestro hogar, ese paraíso natural. Pero vamos a recuperarlo.
¿Son tus padres, ella soldado guerrillera, y él activista por los derechos humanos, tus héroes?
Absolutamente. Mi padre fue asesinado por los servicios secretos y los militares y mi madre murió en un campo de refugiados, pero me han dejado su legado: me enseñaron a luchar por la libertad.
Tu estás, igualmente, amenazada de muerte y te busca el régimen birmano. ¿No sientes miedo?
Creo firmemente en la democracia y en la libertad y voy a luchar por ella hasta el fin.
Más inf. y apoyos: http://www.birmaniaporlapaz.org/