domingo, 6 de julio de 2008

'En Birmania se vive con mucho miedo'

Sann Aung es miembro del Consejo de Ministros de la Coalición Nacional del Gobierno birmano, organización que actúa como gobierno en el exilio de Birmania. Desde Bangkok (Tailandia), Aung se ha convertido en una de las voces más respetadas de la disidencia birmana. EL TIEMPO habló con él Bangkok.

Luego del ciclón Nargis, el mundo vio con sorpresa cómo Birmania condicionaba la entrada de ayuda extranjera. ¿Cree que la presión internacional aumentará tras la catástrofe?

Esperamos que haya quedado todavía más claro que la Junta Militar es un régimen asesino. Hay que presionar a China para que deje de apoyar a la Junta Militar.

¿Todo depende de China entonces?

Sí, todo acabará cuando los generales se queden sin apoyo. Las peores dictaduras asiáticas siempre han tenido el respaldo de una gran potencia y cuando esta les retira el apoyo, caen por su propio peso. Pasó en Filipinas, en Indonesia, etc.

¿Y es eso probable en estos momentos?

Quizá sea un buen momento, porque China tiene ahora el problema del Tíbet y las Olimpiadas cerca y es más sensible a las críticas.

¿La emergencia por el ciclón frenó la represión interna, continúa?

Hemos sabido de actos intimidatorios, casa por casa. Hace dos meses encarcelaron a varios disidentes y van a seguir así si la comunidad internacional no nos ayuda.

¿Hay alguna voz crítica dentro del Ejército, dentro del propio régimen?

Las amordazan rápidamente. Es una de las dictaduras con más purgas internas del mundo.

¿Y entre los soldados de a pie?

Los soldados, por lo general, sobre todo en los rangos más bajos, también quieren que este régimen acabe, pero la maquinaria del miedo es muy fuerte y nadie se atreve a dar el paso. En Birmania se vive con mucho, mucho miedo.

ÁNGEL VILLARINO
PARA EL TIEMPO
BANGKOK