La ONG con sede en Nueva York señaló en un comunicado que los países donantes, a quienes también ha dirigido una carta abierta, deberían vigilar porque la ayuda llegue directamente a los 2,4 millones de víctimas del ciclón y no es manipulada por el 'represivo Gobierno' de Birmania (Myanmar).
El pasado sábado, la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), la ONU, y la Junta Militar birmana, calcularon que el coste de la asistencia humanitaria y reconstrucción ascendía a 1.000 millones de dólares.
El director de HRW para Asia, Brad Adams, afirmó que 'el mundo reaccionó admirablemente para ayudar a las víctimas del ciclón y es importante una asistencia continuada para ayudar a reconstruir las comunidades, pero la ayuda debe proveerse con los estándares de la ONU, lo que no está cumpliendo el régimen militar de Birmania'.
Adams señaló que, a pesar de las promesas realizadas a la ONU, la Junta Militar dificulta el acceso a las áreas más devastadas del delta del Río Irrawaddy, y está obligando a las víctimas a volver a sus hogares destruidos, al tiempo que ha detenido a decenas de personas por repartir ayuda sin autorización.
HRW insta a los países donantes a supervisar los trabajos de reconstrucción para garantizar que las autoridades birmanas respetan los derechos humanos de sus ciudadanos y de las minorías étnicas, y evitar que se cometan abusos como los trabajos forzados o el enriquecimiento de las compañías afines al régimen.
Diez semanas después del ciclón, la ONU calcula que todavía muchos de los damnificados por la tormenta no han recibido ayuda, y siguen padeciendo falta de alimentos, cobijo, y carencias sanitarias.
Ayer, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, destacó el progreso logrado por la ayuda internacional, y pidió atención especial para los más vulnerables en las áreas remotas del delta.
Holmes, que llegó el domingo a Birmania, tiene previsto viajar hoy a Naypyidaw, la capital, para hablar con los generales del régimen militar birmano.
El subsecretario general de la ONU ha pedido a la comunidad internacional 481 millones de dólares (303,3 millones de euros) en ayuda directa, y para financiar proyectos de reconstrucción y relanzamiento del sector agrícola.