El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, celebró hoy la excarcelación de una docena de presos políticos en Birmania (Myanmar) beneficiados por la amnistía a 7.114 reclusos anunciada el jueves por la Junta Militar que gobierna el país asiático.
La portavoz de la ONU, Michele Montás, señaló que Ban se alegra de que un "número limitado" de presos políticos saliera hoy de la prisión en la que estaban recluidos por motivos políticos.
Ban "reitera su llamamiento a las autoridades de Myanmar para que adopten nuevas medidas que lleven a la liberación de los presos políticos restantes, incluida (la líder opositora) Daw Aung San Suu Kyi", señaló Montás.
La portavoz resaltó que la liberación de los presos de conciencia es un paso "necesario" para la reconciliación nacional y la transición a la democracia en el país asiático, que se encuentra bajo control militar desde 1962.
También recordó que el secretario general ha instado a la Junta Militar a responder con "medidas creíbles" a las "diversas propuestas" que le transmitió personalmente a sus líderes en su visita en julio a Birmania.
Una docena de presos políticos, de un grupo de 500 reos, salió hoy del sórdido presidio de Insein, a las afueras de Rangún, beneficiados por la amnistía decretada el jueves.
Fuentes de la disidencia indicaron a Efe en Bangkok que entre los excarcelados está la periodista Eint Khaing Oo, de 24 años, detenida el 10 de junio de 2008 cuando cubría una manifestación pacífica de las víctimas del ciclón "Nargis", que mató a 138.000 personas en el sur de Birmania en mayo de ese año.
Eint Khaing Oo, cuyo trabajo periodístico sobre la catástrofe natural y la "Revolución azafrán" le valió el premio Kenji Nagai este año, fue condenada a 24 meses de prisión por haber cometido un delito contra el orden público.
La dirección de la penitenciaría de Insein aprovechó el acto de liberación para afirmar que en Birmania no existen los presos políticos.
No obstante, la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP) de Birmania denunciaba hace cuatro días la presencia de 2.211 en las cárceles birmanas, entre ellos 141 mujeres y 237 monjes budistas.
Según los datos de AAPP, las autoridades han detenido a un total de 1.122 activistas desde las protestas antigubernamentales de agosto de 2007 que desembocaron un mes después en la "Revolución de azafrán".