En su calidad de presidenta de turno del Consejo de Seguridad durante este mes, Rice indicó que el Consejo ha decidido mantener en su agenda de septiembre el seguimiento de la situación en el país asiático "porque sus miembros, incluido Estados Unidos, consideran oportuno seguir centrados en los acontecimientos que suceden allí".
"Sabemos que Aung San Suu Kyi ha apelado la sentencia, de lo que puede darse un resultado que el Consejo tal vez quiera considerar", señaló Rice en una conferencia de prensa.
Asimismo, recordó que los quince integrantes del Consejo también están interesados en los compromisos adoptados por la Junta Militar birmana con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de que "adoptarán rápidamente medidas políticas positivas, incluida la liberación de presos políticos".
"Por eso pensamos que merece mantenerlo como una nota a pie de página en la agenda del Consejo del mes de septiembre", agregó.
Suu Kyi fue condenada el pasado agosto a tres años de trabajos forzados por violar en mayo las condiciones de su arresto domiciliario, aunque la pena quedó reducida después por orden del líder de la Junta Militar, Than Swe, a un año y medio de confinamiento en su casa.
El cumplimiento de la sentencia impediría a la opositora participar en las elecciones parlamentarias que se celebrarán el año próximo.
Ban condenó en su momento la nueva pena impuesta a la Premio Nobel de la Paz, que ha vivido 14 de los últimos 20 años confinada en su residencia, mientras que el Consejo expresó "su grave preocupación" por la condena.
La última vez que la Junta Militar autorizó la celebración de comicios legislativos fue en 1990 y la Liga Nacional para la Democracia (LND) encabezada por Suu Kyi los ganó con más del 82 por ciento de los votos.
El régimen birmano nunca reconoció el resultado de las urnas y desde entonces ha impedido que la oposición participe en la llamada transición del país a la democracia.