lunes, 16 de marzo de 2009

Niñas soldados, la cuestión de genero en los conflictos por Rachel Brett


La guerra ha sido considerada tradicionalmente como un asunto masculino, y continua siéndolo así de forma general. Sin embargo, las mujeres y niñas participan en la guerra en un grado mayor del que se ha reconocido generalmente.[i] ¿Por qué participan niñas?[ii] ¿Qué es lo que les hace unirse a las fuerzas o grupos armados? ¿Son sus ocupaciones y experiencias en las fuerzas armadas y en una guerra las mismas que las de los niños? ¿Cómo viven la desmovilización y la reintegración en la sociedad?

Por fin, estas preguntas están comenzado a ser estudiadas y ahora se dispone de alguna información preliminar y, por tanto, se pueden identificar algunas políticas y programas preliminares. Son especialmente interesantes los estudios de investigación cualitativa llevados a cabo –algunos centrados exclusivamente en niñas soldados y otros más amplios pero que incluyen el tema de las niñas.

Este artículo se basa principalmente en Las voces de las niñas soldados, un estudio recientemente publicado por Ivonne E. Keairns, con el Centro Cuáquero de las Oficinas de Naciones Unidas en Nueva York y Génova, pero se apoya en otras fuentes[iii]. En el estudio cuáquero se entrevistó a las primeras niñas soldados en cuatro situaciones de conflicto armado -Angola, Colombia, Filipinas y Sri Lanka[iv] . Este artículo no pretende presentar ni un dibujo completo de las niñas soldado ni las recomendaciones extraídas de Las voces de las niñas soldados. En lugar de eso, subraya algunos aspectos clave que cambian las suposiciones básicas sobre las niñas soldados o añade las cuestiones más específicas sobre este tema, lo que origina cuestiones políticas y programáticas.

1. ¿Reclutadas forzoss o voluntarias?

No todas las niñas son captadas u obligadas físicamente a unirse a la Guerra –como a veces se piensa. Incluso en situaciones donde se dan numerosos secuestros de niñas, como en Sierra Leona, no todas ellas se unieron a la Guerra porque fueron obligadas por la fuerza a ello. Es más, las niñas pueden ser reclutadas mediante distintos modos, con dos escenarios distintos: a) situaciones donde el reclutamiento se realiza a la fuerza como ocurre por ejemplo en Angola, Sierra Leona y el Norte de Uganda; (b) situaciones donde las niñas se unen “voluntariamente” aunque también exista reclutamiento forzoso, como ocurre en Sri Lanka, Filipinas y Colombia.[v]

2. Explotación/abuso sexual

El creciente numero de niñas soldados ha llevado a suponer que es efecto de la explotación y abuso sexual. Es cierto que en algunas situaciones las niñas soldados sufren amplios abusos y explotación sexual. No es sorprendente que exista una correlación significativa entre el reclutamiento forzoso o secuestro de niñas y la explotación y el abuso sexual sistemático y a gran escala – por ejemplo, en Angola, Sierra Leona y el Norte de Uganda. Sin embargo, incluso en situación de muchos secuestros, no se debe asumir que todas las niñas soldados hayan sido explotadas sexualmente; hacer esto es negar sus experiencias individuales y tratarlas como una categoría de objetos sexuales reales o potenciales. Esto conlleva también el riesgo de estigmatizar a estas niñas y limitar, por tanto, sus perspectivas de futuro y estatus en la sociedad.

De hecho, algunas niñas toman una elección acertada al ser soldados porque tener una pistola es disponer de mayor protección contra la violación y otros abusos, como se ha visto por ejemplo en la República Democrática del Congo.

En otras situaciones, las niñas soldado pueden elegir uno o más compañeros sexuales, lo cual aunque a veces se produce por razones emocionales, con frecuencia conlleva una decisión estratégica para recibir beneficios de su pareja –como mayor protección, dinero, ropa o medios de transporte.

En algunos grupos o fuerzas armadas la actividad sexual está realmente prohibida o estrictamente controlada, por ejemplo requiere el consentimiento de las autoridades y/o de las partes interesadas (por ejemplo, en el Ejército del Nuevo Pueblo, Filipinas).

Por último, la mayoría de las niñas soldados se dedican al combate sean también o no parejas sexuales. Necesitan, por tanto, que sus tareas y experiencias como combatientes sean tomadas en cuenta durante la desmovilización, rehabilitación y reintegración, en vez de pensar sólo que únicamente sirven para fines sexuales en los grupos o fuerzas armadas. Dejar a las niñas fuera de los procesos de desmovilización es discriminatorio.

3. Sentido del yo y del tiempo

La experiencia de ser secuestradas (a veces de modo reiterado, como en Angola), lleva a algunas niñas a perder el sentido del tiempo, de la secuencia de los sucesos y de su propia identidad. Esto último puede ocurrir bien porque los secuestradores no desean que ellas mantengan el sentido de su propia identidad, y por tanto, de modo activo, intentan privarlas de él, bien porque ellas tienen la esperanza de escapar y, por tanto, no desean revelar su nombre real y sus orígenes a los captores.

En el campamento base tú no puedes hablar sobre tu familia o tu pueblo. Ellos te dicen: aquí simplemente olvida a tus padres (Niña soldado, Angola ) [vi]

Esto por otra parte hace que sea más difícil para los miembros de la familia la identificación y que las mismas niñas deben ser ayudadas en el proceso de rehabilitación tanto para restablecer su propia identidad como para que cuenten o escriban sus historias con el objetivo de dejar al descubierto un sentido de orden y de comprensión de sus experiencias.

4. ¿Por qué las niñas se unen a la Guerra de modo voluntario?[vii]

Muchas de las razones que hacen que los niños se unan a las fuerzas o grupos armados sin ser secuestrados o forzados físicamente, son las mismas que llevan a las niñas a ello. Sin embargo, hay algunos factores particulares o que al menos aparecen como más fuertes o prevalentes entre las niñas.

Un hallazgo significativo de los pequeños ejemplos de niñas incluidas en los estudios de investigación llevados a cabo, es que una alta proporción cita la explotación doméstica o abuso como una de las razones principales para decidirse a ser voluntarias (por ejemplo, en Sri Lanka, Filipinas y Colombia). Este hallazgo parece haberse encontrado también en otras áreas como la República Democrática del Congo. “La explotación doméstica” abarca abuso sexual y maltrato físico (de la madre, padre o padrastro), así como explotación en labores domésticas (por ejemplo, trabajo en casa, cuidado de los hermanos pequeños). Tal explotación puede ocurrir en su “propia” casa, en las casas de familias parientes o incluso en otras situaciones domésticas no familiares.

Uno de los hombres de mi madre intentó abusar de mí cuando yo era joven. Intentó abusar de mí y como no le dejé se enfadó. Solía pegar a mi mamá y a mí … así que no quise ya seguir viviendo con mi mamá. (Niña soldado, Colombia)[viii]

Aproximadamente diez días antes de la fecha de la boda, comencé a planear dejar la casa. Esperé, intenté convencer a mis padres, pero ellos se mostraron inflexibles y no quisieron escucharme. Ellos nunca me escuchaban. El día previo al de la boda todo estaba preparado. Me escapé. Me fugué para escapar de un matrimonio que no deseaba (Niña soldado, Sri Lanka)[ix]

Otra razón de las niñas para enrolarse es su propia protección. Dado el alto nivel de abuso sexual y físico de niñas en algunos conflictos armados, la decisión de tomar las armas en vez de esperar a ser violadas, lisiadas o asesinadas es una decisión racional para las niñas soldados. Por ultimo, algunas niñas se unen al grupo armado porque quieren probar su igualdad respecto a los chicos.

Cada una de estas razones subraya aspectos sobre el estatus y el modo de tratar a las niñas en la sociedad. Por supuesto, no son las únicas razones por las cuales las niñas se unen a la guerra; están sujetas a muchas de las presiones y tentaciones que sufren los niños. Sin embargo, a menos que tomemos en serio las diferentes razones por las que ellas se unen a la guerra con consecuentes implicaciones a nivel de políticas y programas, no será posible la prevención y las niñas seguirán siendo discriminadas y “maltratadas” durante las fases de desmovilización, reintegración y post-conflicto.

En el estudio del Centro Cuáquero, las entrevistas a niñas revelaron un deseo de independencia y una fortaleza de carácter que deberían ser reafirmados y alimentados. Esto implica que el proceso de desmovilización y reintegración debe permitir y animar a las niñas a hacerse cargo de sus vidas y a respetarlas individualmente en lugar de asumir que todas pueden y deben ser tratadas de forma igual.

En concreto, las niñas que se han unido a los grupos armadas debido a explotación y abuso doméstico no desean “volver” con su familia, incluso cuando esto sea posible. Por otro lado, incluso aquéllas que se fugaron de casa la primera vez, mostraban un fuerte deseo de reestablecer una relación y reconciliarse con su madre.

Durante los primeros días con el grupo NPA, lloraba porque el Garand y mi mochila pesaban demasiado … Para decir la verdad, lloraba porque pensaba que mi vida no sería tan dura si mama me hubiese cuidado más. (Niña soldado, Filipinas, quien se unió a las fuerzas armadas cuando tenía 13 años)[x]

Muchas sienten remordimientos por el sufrimiento que sienten que han causado a sus madres, y desean rectificar. Esto puede requerir trabajo con la madre y con la misma niña, en particular cuando la naturaleza problemática de su relación fue una de las causas de la decisión de hacerse niña soldado. Cuando es imposible localizar a la madre (incluso porque ella haya muerto) el deseo de buscar una rectificación se transfiere a veces a otras mujeres próximas (abuela, tía, hermanas) y/o a alguna forma de profesión o actividad de “cuidar” a alguien. Por tanto, después de todo, a pesar de los sentimientos de furia o de traición debido al trato que han recibido ya sea en el grupo al que se unieron o por las fuerzas enemigas, las niñas no desean venganza, sino expiar su propio daño y los actos violentos.

Algunas niñas se arrepienten de su decisión de unirse a los grupos o fuerzas armadas y, por tanto, pierden confianza en su habilidad para tomar decisiones. Necesitan, por tanto, ayuda para aprender y confiar de nuevo en su capacidad de tomar decisiones.

5. Beneficios de alistarse como soldados

Algunas niñas sienten que hay aspectos beneficiosos por los que alistarse como soldados: además de protegerse frente a violación, daños o muerte, o adquirir nuevas habilidades, algunas niñas sienten que son capaces de participar en un grupo o movimiento al mismo nivel que los chicos, y ejercitan el liderazgo

…ellos me hicieron “líder del grupo” por un corto período de tiempo porque pensaron que yo era lista y rápida. Entonces recibí formación para llegar a ser médico. Ellos me enseñaron formas tradicionales de curación. (Niña soldado, Filipinas, quién se unió al grupo armado cuando tenía 13)[xi]

Sin embargo, la apreciación de algunos beneficios no acaba necesariamente con los remordimientos por la decisión tomada. El arrepentimiento puede surgir a partir de consecuencias como heridas, la aversión al combate armado o la pérdida de miembros de la familia y sentir, entonces, que quizá la vida en casa no era tan mala después de todo.

6. ¿Qué futuro tienen estas niñas?

Nuevamente, las niñas sufren muchos de los mismos problemas respecto al futuro que los niños, tales como la falta de educación, la experiencia de matar y herir y las consecuencias de heridas. Lo que diferencia la situación de las niñas es su estatus en la sociedad. Sus opciones más limitadas se agravan por las percepciones sociales y personales de las niñas que han estado en un grupo armado. La consideración de que las niñas soldados han sufrido abuso sexual o que son activas sexualmente refuerza estereotipos sociales sobre las niñas y el “valor” de la virginidad. Sea o no cierto en cada caso individual, esto puede disminuir las perspectivas de las niñas tanto en el empleo como para casarse. Es enorme el riesgo de que estas niñas se vean empujadas a la prostitución.[xii] La educación, la formación profesional y la enseñanza de habilidades son fundamentales tanto para niños como para niñas. Pero será más difícil para las niñas participar si tienen niños, tanto por la tendencia a excluir a las niñas de la educación como por su propia necesidad de cuidar a un bebé.

Resumen: sobrevivientes

Las Voces de las Niñas Soldados proporcionan una perspectiva de las vidas de las niñas soldados, incluyendo no sólo sus desafíos, sino también su perseverancia y fuerza, mostrándolas, por tanto, no sólo como víctimas, sino también como sobrevivientes. Éste es también un aspecto fundamental de lo que son las niñas soldado:

"Estas niñas mostraban un fuerte sentido de identidad o no hubieran sobrevivido. Con frecuencia se sienten rotas y solas, pero no separadas de un sentimiento de quienes son o de quienes podrían ser. Incluso cuando han sido despojadas de los signos exteriores de su identidad y forzadas a participar en relaciones abusivas son capaces de mantener algún sentimiento de identidad. Con frecuencia actúan audazmente cuando tienen miedo, y se mantienen firmes frente a un tratamiento brutal y sus consecuencias. Viven con contradicciones y con sentimientos intensos de ambivalencia entre apoyar al movimiento y ser reconocidas por sus logros y al mismo tiempo ser responsables de actos violentos. Quieren ser alguien y anhelan ser valoradas. Continúan aspirando a vivir reconociendo que una vez que los otros sepan que han servido en movimientos armados, incluso aunque fuese en contra de lo que ellas querían, serían vistas como indignas de confianza y generalmente minusvaloradas en las mentes de otros."[xiii]


[i] Aunque su número se desconoce, se estima que donde hay niñas presentes en grupos o fuerzas armadas, ellas constituyen un tercio de los niños soldados, por ejemplo entre un 20-30% en Colombia (Paez, Erika, 2001) y en el Centre y Oeste de Mindinao (Cagoco-Guiam, 2002).

[ii] En un estudio, los niños y niñas entre 12 y 14 años son los más susceptibles de ser reclutados (UNICEF/EAPRO, 2002).

[iii] Ver bibliografía para referencias completas.

[iv] Disponible en: Quaker UN Office, 777 UN Plaza, New York, NY 10017; Tel: 212 682 2745; Fax: 212 983 0034; email: qunony@afsc.org; or Quaker UN Office, 13 Avenue du Mervelet, 1209 Geneva, Switzerland. Tel: 022 748 48 00; Fax: 022 748 48 19; Email: rbrett@quno.ch; website: www.quno.org

[v] En un estudio, el 58% de las niñas y niños tomaron las armas voluntariamente, 23% fueron obligados y la situación del 19% restante no era clara (UNICEF/EAPRO, 2002).

[vi] Señalado en Keairns, Y.E., 2002.

[vii] El término “voluntario” ser refiere a reclutamiento si que haya existido fuerza física o secuestro.

[viii] Keairns, Y.E., 2002.

[ix] Ibid.

[x] UNICEF/EAPRO, 2002: 46.

[xi] Ibid.

[xii] Machel, G. 2001:18.

[xiii] Keairns, Y.E., 2002.