El número de opositores condenados a penas de prisión en Birmania (Myanmar) durante las últimas dos semanas ha subido a más de 80, según publica hoy la prensa de la disidencia, con sede en Bangkok.
Un tribunal a las afueras de Rangún condenó ayer a tres activistas a penas de entre cuatro y seis años de cárcel por su participación en las manifestaciones de septiembre de 2007, que llegaron a congregar en la calle a unas 300.000 personas contra el régimen militar que gobierna Birmania.
Se da la circunstancia de que uno de ellos, Dee Nyein Lin, líder de la Federación de Sindicatos de Estudiantes de Birmania, es el hijo de Zaw Zaw Min, miembro de la generación de estudiantes que se levantó contra el régimen militar en 1988 y que fue condenado a 65 años de prisión el 11 de noviembre pasado.
Dee Nyein Lin se ha convertido así en la tercera generación de disidentes encarcelados por los militares birmanos, después de que su abuelo, el veterano periodista y miembro de la Liga Nacional para la Democracia Saw Win, muriera en prisión en 1998, tras cumplir siete de los diez años a los que había sido sentenciado.
La mayoría de los disidentes juzgados, en ocasiones en procesos secretos, pertenecen al partido opositor de la Liga Nacional para la Democracia (LND), liderado por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, y al grupo Generación del 88.
En muchos casos, los detenidos han sido desprovistos de defensa legal y ni tan siquiera la familia ha podido asistir al proceso.
Además, cuatro abogados que se dedicaban a la defensa de disidentes han sido condenados por protestar ante el tribunal.
La disidencia ha denunciado que las últimas condenas podrían formar parte de una campaña del Gobierno para retirar de la escena política a los miembros de la oposición de cara a las elecciones que supuestamente se celebrarán en 2010.
La Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos en Birmania, con sede en Tailandia, asegura que más de 2.100 disidentes políticos permanecen encarcelados en las prisiones birmanas, una cifra que dobla la que había antes de las manifestaciones de septiembre de 2007.