La organización no gubernamental EarthRights International (ERI) ha instado hoy a la petrolera francesa Total y a la estadounidense Chevron a que hagan públicos los pagos realizados al régimen birmano por la explotación de yacimientos de gas natural.
La ONG acusa a la Junta Militar de Birmania (Myanmar) de desviar a cuentas privadas parte de los fondos millonarios obtenidos por el gas, así como de causar desplazamientos forzados y abusos contra las empobrecidas comunidades cercanas a las explotaciones.
En un manifiesto firmado por más de 160 organizaciones y personalidades, ERI solicita a las compañías que detallen "los impuestos, tasas y primas" pagados al Gobierno birmano desde 1992, así como en el futuro, para controlar el destino de este dinero.
"La transparencia en los pagos a los países es esencial dentro de la responsabilidad corporativa en el sector del gas y el petróleo, no hay argumentos para negarse", afirma el responsable de la ONG Matthew Smith, en un comunicado difundido en Bangkok.
Chevron y Total, junto con la tailandesa PTT y la Empresa de Gas y Petróleo de Myanmar, iniciaron en 1992 los trámites para la construcción del gasoducto Yadana, que recorre 412 kilómetros desde el mar de Andamán hasta Tailandia.
El año pasado, ERI estimó que el régimen birmano ingresó unos 7.500 millones de dólares (unos 5.600 millones de euros) por la venta de gas a Tailandia entre 2000 y 2008.
Fondos que, según la ONG, el Gobierno birmano desvió en su mayor parte en los bancos singapurenses Overseas Chinese Banking Corporation (OCBC) y DBS Group, una acusación negada por los consejos de dirección de las entidades.
"En los últimos años, la explotación del gas ha contribuido al 1 por ciento del presupuesto del país, cuando debería haber sido del 60 por ciento", denunció el organismo en la nota.
ERI también recordó que el Ejército birmano recurre a los trabajos forzados, asesinatos y otras violaciones de derechos humanos en torno al gasoducto, sobre todo contra las aldeas de la minoría étnica karen.
Al igual que en otros países como Nigeria, Angola o Sudán, en Birmania el hallazgo de yacimientos de combustibles fósiles sólo ha beneficiado a la elite, sin dejar beneficio alguno para la población.
Birmania, uno de los países más desarrollados en Asia durante los años cincuenta, ha acabado entre los más pobres del mundo tras 48 años de férrea dictadura militar.
Para ERI, la opacidad parcial o total de petroleras como Total o Chevron contribuye a mantener el yugo de los militares sobre los ciudadanos y las minorías étnicas.
El manifiesto de la ONG ha sido firmado, entre otros, por el ex primer ministro noruego Kjel Magne Bondevik, la ex presidenta irlandesa Mary Robinson y organizaciones como Amnistía Internacional, Global Witness o la Unión Nacional Karen. EFE