Se trata de Arabia Saudita, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán y Vietnam.
Se hicieron merecedores a estar en la lista por el control y la censura que ejercen sobre la Red y el acceso estricto a ella que hay desde sus respectivos territorios. Según RSF, son enemigas de internet quienes han transformado sus redes impidiendo que la gente acceda a información que se considera 'indeseable'.
"Todos ellos ponen de manifiesto no solo su capacidad para censurar el contenido, sino también la represión prácticamente sistematica de los navegantes molestos", declara la organización en su informe.
En el caso cubano, RSF afirma que, aunque los ciudadanos de la isla pueden utilizar conexiones a Internet en hoteles turísticos y consultar sitios extranjeros, la Red se encuentra muy vigilada por la Agencia Cubana de Supervisión y Control, órgano que decide la concesión de licencias, los precios y las posibilidades de conexión.
En cuanto a Arabia Saudita, RSF indica que las autoridades no han hecho oficial la práctica de filtrado de sitios pero han optado por reprimir a los bloggers que se manifiestan en contra de su moral, sea cual sea la reivindicación.
El gobierno chino, con la mayor población de internautas del mundo, ostenta el liderazgo de la represión en la Web. Allí, la mayoría de sitios informativos extranjeros en chino continúan inaccesibles. En Egipto, por su parte, los bloggers se encuentran entre los más acosados del mundo, estima la organización.
Irán está a la cabeza de la represión en el Medio Oriente: según el consejero del fiscal general de Teherán, las autoridades bloquearon en el 2008 cinco millones de sitios.
RSF recordó que en el mundo hay 69 'ciberdisidentes' en la cárcel por publicar información en Internet. Se destaca el caso de China, que es el país con más personas detenidas, seguida de Vietnam e Irán.
Esto sucede hoy, cuando Internet ya cuenta con una penetración en el mundo del 23,5 por ciento (cerca de 1.500 millones de personas) y comienza a ser considerado un servicio tan necesario como la luz o el agua.