El autoproclamado Gobierno birmano en el exilio condicionó hoy la reconciliación nacional a la reforma de la Constitución de 2008 y a la puesta en libertad de "todos los presos políticos" del país, incluida la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Además consideró imprescindible abordar cuanto antes "las cuestiones de la democracia, los Derechos humanos, y la igualdad y la autodeterminación de las nacionalidades" de Birmania (Myanmar), en una propuesta presentada a parlamentarios indonesios y diplomáticos extranjeros en Yakarta a la que ha tenido acceso Efe.
A juicio del autoproclamado Gobierno en el exilio, formado por diputados de la Liga Nacional por la Democracia(LND) y de otras formaciones que ganaron un escaño en las elecciones legislativas de 1990, éstas son las causas que han llevado al país asiático a sus actuales "crisis política y socioeconómica" y al aumento de las tensiones internas, que podrían llegar a derivar en una "guerra civil".
La presentación pública de este documento quedó deslucida después de que la Policía indonesia impidiese la celebración de un congreso para su difusión tras una llamada realizada por la Embajada de Birmania al Ejecutivo indonesio.
El trabajo recalca que la actual Constitución, que aún no ha sido ratificada, no resuelve los problemas del país e incumple la Carta de Principios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que pertenece Birmania.
La ASEAN, que aceptó a Birmania en el grupo en 1997, ha instado sin éxito casi cada año a la Junta Militar birmana a que ponga en libertad a Suu Kyi y al resto de los presos políticos, unos 2.100 de acuerdo a las organizaciones internacionales comprometidas con la defensa de los derechos Humanos.