"El Tribunal Supremo anunció la fecha ayer. Tenemos que argumentar nuestra apelación a favor de los testigos ese día", dijo Nyan Win, uno de los abogados de Suu Kyi, según publica hoy la prensa.
La opositora demócrata birmana, hija del prócer de la independencia de Birmania (Myanmar) Aung San, está acusada de violar los términos del arresto domiciliario que cumplía desde 2003, tras la intrusión de un ciudadano estadounidense en su casa.
Los dos testigos que no han recibido permiso para testificar son el periodista y ex prisionero político Win Tin y el subsecretario del partido de Suu Kyi, Tin Oo, que actualmente cumple arresto domiciliario.
Hasta ahora, el tribunal que juzga a la jefa del movimiento democrático birmano ha aceptado los 22 testigos de la acusación y sólo uno de los cuatro que presentó la defensa.
Suu Kyi condenó las injusticias que se cometen en su juicio durante una visita de sus abogados el miércoles pasado y animó a su equipo a seguir la batalla por todos los medios legales.
El martes pasado, sus abogados consiguieron que un juzgado de Rangún aceptase otro testigo y ayer recurrieron a la Corte Suprema para pedir autorización para los dos restantes.
Por su parte, Suu Kyi no tendrá que volver a comparecer en la sala del tribunal especial presidido por dos jueces militares y establecido en el interior de la penitenciaría de Insein, a las afueras de Rangún, hasta el 26 de junio, fecha en la que se reanudará el proceso.