Decenas de seguidores de la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi desafiaron hoy a la Junta Militar y dieron de desayunar a monjes budistas para celebrar el 64 cumpleaños de la Nobel de la Paz, encerrada en una cárcel de Rangún.
Pese a la nutrida presencia de soldados, miembros de Liga Nacional por la Democracia (LND) encabezada por Suu Kyi ofrecieron al amanecer comida a los bonzos, venerados por los birmanos y que en 2007 lideraron las manifestaciones a favor de la democracia que fueron disueltas a golpes y tiros por las fuerzas de seguridad.
Vestidos con camisetas con el retrato de la activista, sus aliados se concentraron después ante la sede de la LND para lanzar al aire globos de colores y palomas simbolizando la paz.
Por sexto año consecutivo, Aung San Suu Kyi celebró su onomástica privada de libertad, en esta ocasión en la prisión de máxima seguridad de Insein, donde compartió arroz y pastel de chocolate con los guardas que vigilan su celda, según su abogado, Nyan Win.
La Nobel de la Paz, que ha pasado confinada 14 de los últimos 20 años, está siendo actualmente juzgada por haber presuntamente violado los términos de su arresto domiciliario por haber permitido entrar en su casa a un ciudadano estadounidense.
Ese suceso ocurrió apenas días antes de que expirase la orden de confinamiento.
De ser hallada culpable, Suu Kyi se enfrenta a una pena de entre tres y cinco años de prisión, lo que ha provocado la condena de gobiernos extranjeros, organizaciones internacionales y personalidades de la cultura y la política en todo el mundo.
Estados Unidos ha exigido la puesta en libertad "inmediata" de la opositora, mientras la Unión Europea ha participado en la campaña de Internet con el mismo fin "64 palabras para Suu Kyi".
Redes sociales como Facebook y Twitter han lanzado iniciativas similares que incluyen la firma de celebridades como Brad Pitt, Steven Spielberg, Yoko Ono o el primer ministro británico, Gordon Brown.