Con ocasión del cumpleaños, personalidades y activistas de todas partes del planeta, además de los demócratas birmanos, volvieron a pedir la liberación inmediata de Suu Kyi, quien ha vivido sin libertad de movimientos 13 de los últimos 20 años.
Concentraciones y actos para denunciar su situación y pedir su libertad se han organizado en Tailandia, Malasia, Estados Unidos, Suiza y hasta en la propia Birmania (Myanmar), donde sus seguidores desafiaron al Gobierno y salieron a la calle. Pese a la nutrida presencia de soldados, miembros de Liga Nacional por la Democracia (LND), la formación política de Suu Kyi y la única de la oposición que resista la presión del régimen, ofrecieron al amanecer comida a monjes budistas, venerados por los birmanos y que en 2007 lideraron las manifestaciones a favor de la democracia que fueron disueltas por la fuerza.
Vestidos con camisetas con el retrato de la opositora, sus aliados se concentraron después ante la sede de la LND en Rangún y lanzaron al aire globos de colores y palomas simbolizando la paz. A través de internet, redes sociales como Facebook y Twitter o la campaña "64 (palabras) para Suu Kyi", han lanzado iniciativas en favor de "La Dama" birmana a las que han unido su firma Steven Spielberg, Rigoberta Menchu, Yoko Ono, Brad Pitt, David Beckham o el primer ministro británico, Gordon Brown, entre otros muchos. Suu Kyi es juzgada desde el mes pasado en un tribunal montado en el sórdido presidio de Insein, a las afueras de Rangún, por haber supuestamente violado los términos del arresto domiciliario que cumplía desde 2003, un delito que se castiga con hasta cinco años de prisión.
El juicio comenzó sus vistas orales el 18 de mayo y se han celebrado a puerta cerrada salvo en dos ocasiones, en las que se permitió le acceso a la sala a diplomáticos y un cupo de periodistas. El proceso se encuentra paralizado desde principios de junio por el recurso presentado por los abogados de Suu Kyi contra el rechazo de tres de los cuatro testigos que pedían. Benjamin Zawacki, de Amnistía Internacional, opinó que la Nobel de la Paz de 1991 debería ser liberada "inmediatamente y de forma incondicional", y pidió a China, "la protectora del régimen birmano", que no bloquee las resoluciones de la ONU en contra de la Junta Militar birmana.
Uno de los países más prósperos en los años cincuenta, Birmania padece en la actualidad una de las tasas de pobreza más altas del mundo, después de estar gobernada por los militares desde el golpe de Estado de 1962. Además, es uno de los países con más refugiados y desplazados internos debido a los conflictos con las minorías étnicas, y sufre un grave problema de tráfico de heroína, aunque en menor medida que en los años 70 y 80, y de metanfetaminas.
Los militares birmanos han anunciado elecciones generales para 2010, pero los grupos de la oposición y las minorías étnicas califican de "farsa" el proceso, así como la Constitución que se aprobó el año pasado en referéndum y que garantiza al cuerpo castrense un cupo de escaños en el Legislativo, entre otras cosas.
Suu Kyi, que de ser condenada no podrá participar en los comicios, se ha convertido en un icono de la libertad entre la mayoría de los birmanos y su imagen exterior empieza a compararse la de personalidades como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela o Martin Luther King. Aunque la hija del general Aung San, héroe nacional, no siempre mostró un gran compromiso con el movimiento opositor y, durante su estancia en la Universidad de Oxford, llegó a escribir un libro sobre Birmania que omitía los estragos causados por la Junta Militar, Suu Kyi ha sacrificado en aras de la democracia y la reconciliación nacional su familia y su libertad desde hace 20 años.
Campaña por la democracia, paz y derechos humanos en Birmania. Ayuda Humanitaria, emergencia, salud, educación y cooperación al desarrollo. ONGD www.birmaniaporlapaz.org
viernes, 19 de junio de 2009
Suu Kyi cumple 64 años encarcelada y sin perspectivas de recobrar la libertad Con ocasión del cumpleaños, personalidades y activistas de todas partes
La líder opositora birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, cumplió hoy 64 años, encerrada en una cárcel y sin saber si pasará el próximo lustro confinada por pedir reformas democráticas a la Junta Militar que gobierna el país.