por José Oliva
La banda irlandesa U2 ha aterrizado esta noche en el estadio Camp Nou de Barcelona con su gigantesca nave espacial ante más de 90.000 'terrícolas' entregados a la causa de Bono y los suyos.
Noche radiante, con una alta temperatura y miles de vatios que han resonado en las mismas gradas que hasta hace unas semanas coreaban al laureado equipo de fútbol propietario del campo.
U2 juega en la Champions del rock, esa liguilla que pocos equipos disputan llenando estadios, la liguilla de los Rolling Stones, de los Bruce Springsteen, de los AC/DC o de los Coldplay, la liguilla de los escasos grupos capaces de llenar el aforo de un estadio en dos conciertos en la misma ciudad casi consecutivos en el tiempo.
Y como de "galácticos" se trata, U2 ha irrumpido hoy en el césped del Camp Nou, o en lo poco que quedaba de él, con un escenario gigantesco que recuerda a aquellas malvadas naves de "La guerra de los mundos" con sus arácnidas extremidades dispuestas a fulminar a los miles de fans que hoy han querido ver a su grupo en el arranque de la gira mundial de presentación de su último disco, "No Line on the Horizon".
Bono había pedido a sus técnicos hace cuatro años en Hawai un escenario de 360° para una futura gira y se puede decir que arquitectos, diseñadores y productores han dado al grupo un escenario grandioso -se eleva más allá de los 50 metros- y con pasarelas circulares perfectas para mantener un contacto visual y cercano con todo el auditorio.
El propio cantante, ataviado de negro como siempre y con sus inconfundibles gafas, ha saludado a Barcelona, "nuestra ciudad de los últimos días, la capital del surrealismo adonde ha llegado nuestra nave espacial diseñada más o menos por Gaudí".
Casi cuatro años después de su última visita a Barcelona, Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen han arrancado con "Breathe", para a continuación cantar tres temas de su nuevo disco "No line on the horizon", "Get on your boots" y "Magnificient".
El público ha coreado en esta primera parte, casi a dueto con Bono, clásicos del grupo como "Beautiful day", en la que ha introducido el nombre de Barcelona, y, sobre todo, "Still haven't found What I'm Looking For", ésta última de su genial disco "The Joshua Tree".
Cuando Bono ha atacado "Angel of Harlem", ha rendido un homenaje al desaparecido Michael Jackson introduciendo en la canción estrofas de dos de las canciones más conocidas del que fuera benjamin de los Jackson Five, "Man in the mirror" y "Don't stop till you get enough", cantadas con falsete a la manera del autor de "Thriller".
A "Unknown caller", del último álbum, ha seguido uno de los temas de sus inicios, allá por los años 80, "Unforgettable fire", y luego "City of blinding lights", de su anterior álbum, "How to Dismantle an Atomic Bomb".
Con la parte final de la noche ha llegado el éxtasis cuando tras el grito de guerra "1,2,3...14", U2 ha interpretado "Vertigo", tema estrella de su anterior gira, y los clásicos, los himnos del grupo, "Sunday Bloody Sunday", "Pride (In The Name Of Love)" y "One", con la que Bono, enfundado en una camiseta del Barça, ha cerrado el concierto en primera instancia.
En medio, aún han tenido tiempo los de U2 de tocar la africanista "I'll Go Crazy If I Don't Go Crazy Tonight", del nuevo disco.
En las dos horas que ha durado la velada no han faltado los momentos Bono como cuando ha conectado en directo en videoconferencia con la Estación Espacial Internacional para lanzar un mensaje de paz y de concienciación ecológica hacia el planeta, o cuando ha emitido un mensaje de Desmond Tutu en favor de la lucha contra el sida y la malaria.
En otro instante de la noche U2 ha recordado a la líder opositora birmana San Suu Kyi encarcelada desde hace años: han desfilado por la pasarela circular del escenario una veintena de personas con la careta de la líder birmana opuesta al régimen dictatorial de su país.
Con los bises previstos llegaron otros tres temas del repertorio histórico como "Ultraviolet", "With or without you" y "Moment of surrender", que dieron punto y final a una velada perfecta.