Bangkok. (EFE).- La Armada de Estados Unidos ordenó hoy a sus barcos de guerra cargados con ayuda para las víctimas del ciclón Nargis atracadas frente a la costa de Birmania (Myanmar) abandonar la zona, al no haber obtenido el permiso del régimen para entregar el material.
El almirante Timothy Keating, jefe del Mando del Pacífico de EEUU, anunció en un comunicado que el "USS Essex" y su flotilla de navíos acompañantes regresarán a puerto tras más de una decena de intentos fallidos por obtener autorización para penetrar en aguas territoriales birmanas.
La Junta Militar que gobierna el país se ha negado a ello, alegando que teme una invasión encubierta para apoderarse de los ricos depósitos de petróleo y gas natural del Mar de Andaman.
Keating explicó que los buques se hallaban en la zona para efectuar unas maniobras ordinarias cuando se produjo la tormenta, y decidió cargarlos de material de socorro y detenerlos frente a la costa de Birmania mientras esperaban el visto bueno de las autoridades locales.
Sin embargo, el régimen birmano apenas dio luz verde para unos pocos vuelos de aviones militares estadounidenses con ayuda para los damnificados.
Por otra parte, los nueve helicópteros de Naciones Unidas a los que la Junta Militar autorizó hace dos semanas para transportar comida y medicinas al delta del río Irrawaddy, la zona más devastada por el ciclón, todavía no han entrado en Bangkok.
El portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Bangkok, Paul Risley, indicó ayer que los aparatos podrán despegar de Tailandia a finales de semana.
Los helicópteros son esenciales para acceder al delta, una región pobre y con malas y escasas carreteras, atravesada por cientos de riachuelos.
Casi un millón de damnificados no ha recibido ayuda humanitaria un mes después de la catástrofe, que causó al menos 134.000 muertos y desaparecidos y 2,4 millones de afectados.
El líder del régimen birmano, general Than Shwe, se comprometió hace dos semanas con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a agilizar la distribución del material y permitir el acceso sin trabas al delta a todos los cooperantes extranjeros.