Vivir o morir en Birmania no es muy diferente, aunque pueda parecer extraño.
Seis semanas despues del Ciclón Nargis, morir o vivir, nadie tiene dignidad bajo un regimen militar como el birmano. Cuando las personas viven, con todos los derechos humanos violados. Cuando mueren, sus cuerpos son solo ignorados.
Los cuerpos siguen flotando en el Delta, agarrados a los arboles, segun cuentan los trabajadores.
La Junta ha estimado oficialmente que han muerto más de 134.000 entre muertos y desaparecidos. Pero las cifras de fallecidos son muchomás altas.
Muy pocos cuerpos han podido ser rescatados. Muchos de los muertos han sido ignorados. El gobierno no ha hecho ni lo más minimo para garantizar la dignidad de aquellos que han fallecido: no ha habido hornos crematorios. Las victimas se han descompuesto como animales, sin ningun rito religioso.
Las Naciones Unidas estiman que más de 2.4 millones de personas en el Delta de Rangun y las areas vecinas estan seriamente afectadas por la falta de comida, bebida o techo... siguen necesitando ayuda.
Mientras la Comunidad Internacional y los trabajadores sociales intentan sortear los embites de la Junta. Los voluntarios birmanos son arrestadosn en Rangun por la policia, solo por ayudar a las victimas. Son médicos, civiles o simplemente cómicos
Zarganar el ultimo cómico detenido confesaba antes de su arresto : " hay tres tipos de refugiados que sufren traumas. El primero es violento y sensitivo. Esta enfadado y no puede decir nada más de lo que ya ha dicho. Estan enfadados y agresivos todo el tiempo.
El segundo tipo es el que llora continuamente. Esta pensando continuamente en lo que paso, y en su mente se repite una vez tras otra. El tercer tipo es el más silencioso, no se mueve, no habla.
Las victimas del Nargis, necesitan ayuda no solo alimentaria, tambien psicologica y fisica. Pero los militares han olvidado que tienen a un pueblo aterrorizado desde hace cinco decadas, no se cuidan de nada.
Los birmanos viven sin dignidad, y ahora tambien mueren sin ella.