miércoles, 25 de junio de 2008

LITERATURA BIRMANIA- PARA CONOCER-

La literatura birmana comienza con los fragmentos de textos pyu, tribus que ocuparon la cuenca del Iranvadi en el s. VI; se trata de textos budistas en púli, grabados en tierra cocida, piedra y láminas de oro. Inmediatamente viene un importante conjunto de literatura antigua religiosa, canónica y extracanónica, anales, crónicas, epigrafía, grabada con estilete sobre hojas de palmera, pergaminos, láminas de cobre con la escritura en laca negra; los textos del Canon páli utilizan el antiguo alfabeto páli; la literatura exegética se escribe en una escritura corriente procedente de un alfabeto del sur de la India. El centro budista más activo fue Thaton, donde vivió y murió, según la leyenda, Buddhaghosa en el s. V. Los Játakas, las vidas anteriores de Buda, fueron las de mayor popularidad. En conjunto, esta literatura tradicional y canónica no tiene originalidad.

La literatura histórica birmana contiene numerosos anales, crónicas y relatos legendarios donde la anécdota maravillosa tiene un lugar preponderante; estas crónicas, a pesar de sus inexactitudes, son importantes fuentes históricas sobre los diversos reinados de Birmania (Pagan, Pegú, etc.). El monarca Anawrahtha, que reinó de 1044 a 1077, gran conquistador y piadoso budista, ha llenado anales e inscripciones con sus grandes hazañas. Después de él, los textos abundan en anécdotas novelescas y en escándalos palaciegos. Las crónicas relatan la toma de Pagan por los mogoles en 1287, la llegada de los thai, la fundación de nuevas capitales y el reinado de la dinastía Ava en los s. XVII y XVIII. La literatura técnica, sobre todo la jurídica, es originaria de la India; el profesor Maung Shvay Kyú ha hecho recientemente una recopilación de estos textos.

La literatura poética y novelesca se inspira en las leyendas budistas e hindúes; son novelas en verso, pseudohistóricas, donde la intervención de los dioses es de precepto. Pueden citarse a Maung Kyi y Thin Hsaya, novelistas especializados en temas búdicos, y a Punna, en temas históricos. La poesía birmana es muy compleja; comprende rimas interiores y finales donde la musicalidad y el ritmo son esenciales; las canciones populares son un ejemplo de este estilo. El teatro se presenta en forma de pantomimas sobre textos declamados o cantados; los temas históricos y religiosos de los dramas se extraen frecuentemente de los Játakas y del Ramáyana, como se ve en las obras de Mya Hsaya y Paw Nyán. Los cuentos constituyen el fondo más auténtico de la expresión popular; los hay didácticos, de origen hindú, traducidos al birmano en verso o en prosa; existen relatos inspirados en el folklore indio, mongólico y thai, traducción de las fábulas del Hitopadésha y del Panchatantra; los cuentos birmanos del poeta Suddhamma Chári sobre este tema están muy difundidos.