RANGUN (AFP) — La junta militar birmana desveló un inesperado calendario para las primeras elecciones en dos décadas, que se celebrarán en 2010, pero en seguida asomaron dudas sobre su credibilidad y sobre si la líder opositora Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario, podrá presentarse.
El anuncio de un referéndum constitucional el próximo mayo y de los posteriores comicios pareció sorprender a una desprevenida Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San.
De celebrarse, las elecciones serán las primeras desde 1990, cuando los militares se negaron a aceptar la victoria de la LND.
Los occidentales han presionado al régimen militar para que emprenda reformas urgentes, después de que reprimiera violentamente una ola de manifestaciones en favor de la democracia el pasado septiembre, con un saldo de al menos 31 muertos, según la ONU.
Las marchas, dirigidas por los monjes budistas, supusieron el mayor desafío a la junta en casi 20 años.
Para Win Min, especialista en Birmania basado en Tailandia, los militares en el poder buscan paliar la presión de la comunidad internacional y las tensiones internas con el anuncio del calendario electoral.
"La junta debe estar preocupada sobre posibles nuevos movimientos de masas, por lo que trata de tranquilizar a la gente para que no se manifieste", estima.
El régimen todavía tiene pendiente publicar la versión final de su propuesta de Constitución, pero las líneas generales adelantadas por la reservada convención que la redactó indican que el texto impedirá a Aung San presentarse a presidenta.
Una de las cláusulas impide concurrir a cualquier persona casada con un extranjero, y la líder opositora lo hizo con el británico Michael Aris, fallecido en 1999.
Otro requisito es que el presidente tenga una "visión militar" de los asuntos estatales.
La LND, que boicoteó la última ronda de conversaciones sobre la futura carta magna para protestar contra el arresto domiciliario de su líder, se mostró "sorprendida" de que se hubiera fijado una fecha para los comicios antes de celebrar el referéndum constitucional.
"¿Cómo pueden saber que (la consulta) tendrá éxito? Es demasiado temprano para hablar de elecciones", indió el portavoz del partido, Nyan Win.
Gran Bretaña, ex colonizador de Birmania, reaccionó con cautela ante el anuncio del calendario y pidió la liberación de Aung San y del resto de presos políticos "sin demora".
Pese a ganar las elecciones en 1990, Aung San, confinada en su domicilio durante 12 de los últimos 18 años, no pudo acceder al poder porque la junta rechazó los resultados y decidió en cambio crear una convención nacional para redactar una nueva carta magna.
Después de 14 años de conversaciones irregulares, la convención finalizó sus trabajos a finales de septiembre y es esta Constitución la que se prevé someter a referéndum en mayo.