La Junta Militar de Birmania obligará a las ONG internacionales a prorrogar sus permisos cada año, en lugar de cada cinco como hasta ahora, y les conminó a mantenerse al margen de los asuntos políticos o religiosos del país.
El subdirector del Departamento de Sanidad, San Shwe Win, subrayó que las organizaciones no gubernamentales deben seguir los principios de 'no política, no religión, no ánimo de lucro y no gubernamentales', informó hoy el periódico local 'Irrawaddy'
Shwe Win celebró una reunión con representantes de 14 ONG, a la que no asistió Médicos Sin Fronteras, para informarles de las nuevas directrices que regirán su actividad humanitaria.
Explicó que las ONG deberán renovar sus permisos con entre tres y seis meses de antelación, ya que los ministerios de Planificación Nacional y Presupuestos, así como el fiscal general, deben dar su autorización.
Según indicó, un comité de coordinación del Gobierno se encargará de distribuir la ayuda que llegue al país sin ningún tipo de control por parte de las organizaciones humanitarias.
Instó a las ONG a limitar las encuestas y trabajos de investigación, ya que las consideró como 'asuntos muy sensibles', y propuso que hicieran 'uso de la documentación ya recabada' otras organizaciones.
Por otra parte, Shwe Win se quejó de que el personal extranjero se hospede en hoteles caros, mientras que los oficiales birmanos deben conformarse con alojamiento más baratos.
Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la coalición opositora encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.