El máximo responsable de la ONU presidió hoy en la sede de la organización una reunión del grupo de países amigos de Birmania en la que su enviado especial al país asiático, Ibrahim Gambari, informó sobre el resultado de su reciente visita.
"Estoy dispuesto a viajar a Myanmar para profundizar el diálogo que sostuve durante la visita del año pasado", dijo Ban a la salida de la reunión.
Señaló que su segunda visita al país desde que es secretario general de la ONU depende de "varios asuntos" que se están tratando de acordar con las autoridades birmanas.
Ban dijo tomar nota de la decisión del Gobierno birmano de declarar una amnistía, en la que estarían incluidos al menos 23 presos políticos, entre ellos algunos citados particularmente por Gambari durante la visita de cuatro días a Birmania, que concluyó el pasado 3 de febrero.
"Quiero reiterar mi llamamiento a favor de la liberación de todos los presos políticos, incluida (la Premio Nobel de la Paz) Daw Aung San Suu Kyi, y la reanudación del diálogo entre el Gobierno y la oposición sin retrasos ni condiciones previas", insistió el secretario general.
Señaló que se sentiría "extremadamente decepcionado" si la Junta Militar birmana no responde con "medidas significativas" a las sugerencias que Gambari planteó durante sus contactos con las autoridades.
"Es la hora de que Myanmar aproveche la oportunidad y envíe señales positivas", apuntó, al tiempo que instó a que la comunidad internacional mantenga un frente unido con relación a Birmania.
Países occidentales como EE.UU., Francia o Reino Unido son partidarios de aumentar la presión sobre el régimen militar si a corto plazo no da señales de reanudar el diálogo con la oposición para encaminar al país hacia una democracia auténtica.
Por otro lado, países vecinos como China consideran contraproducente adoptar una postura más firme.
La meta de la séptima visita de Gambari a Birmania desde que asumió el cargo en 2006 era preparar la posible visita de Ban al país e impulsar la reanudación de los contactos de la Junta con la oposición.
Suu Kyi, la líder del movimiento democrático birmano, dijo durante una entrevista en su casa de Rangún, donde cumple arresto domiciliario, que Ban no debe visitar Birmania hasta que se ponga en libertad a todos los presos políticos.
El tímido diálogo iniciado por la Junta Militar con Suu Kyi no ha producido frutos y el régimen promulgó en 2008 una nueva Constitución que perpetuará a los generales en el poder.