El Gobierno de Tailandia criticó hoy a la estrella de Hollywood Angelina Jolie y al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) por haber defendido a los inmigrantes de una etnia birmana que han denunciado abusos de militares tailandeses. La actriz estadounidense y su novio, el también actor Brad Pitt, visitaron la semana pasada cerca de la frontera con Birmania (Myanmar) un campo de refugiados "rohingya", una minoría musulmana perseguida por la Junta Militar birmana.
El Ministerio de Exteriores tailandés indicó en un comunicado que la pareja sólo tenía previsto viajar a campos de desplazados birmanos, pero la visita coincidió con las denuncias de los rohingya de que fueron torturados y expulsados a alta mar sin agua ni comida. "Advertimos al ACNUR de que no debe pronunciarse sobre este asunto porque carece de mandato", agregó la nota.
Bangkok afirmó que Jolie, embajadora de buena voluntad de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, carecía de permiso para visitar los campos, aunque la ONU insiste en que todos los papeles estaban en regla. Durante su estancia en Tailandia, la estrella de Hollywood pidió a las autoridades tailandesas que sean tan generosas con los musulmanes birmanos como lo son con los budistas, un comentario que ocasionó el recelo del Ejecutivo.
En los últimos meses, miles de rohingya han llegado en pequeños barcos sobrecargados a las costas de Tailandia e Indonesia, que se niegan a darles asilo político y se defienden de las acusaciones de malos tratos a los irregulares. Integrada por unos 3 millones de personas que descienden de los comerciantes árabes que llegaron en el siglo VII a la región birmana de Arakan, es habitualmente reprimida por los militares budistas, y en 1992 más de un cuarto de millón huyó de la limpieza étnica, según la organización Human Rights Watch.