viernes, 20 de febrero de 2009

El Presidente de la Asamblea General anima a Birmania a colaborar con la ONU

El presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto, instó hoy al Gobierno de Birmania (Myanmar) a colaborar con las Naciones Unidas en su gestión de buenos oficios para facilitar un diálogo con la oposición.

D'Escoto expresó este deseo en un comunicado divulgado tras la reunión del vicepresidente de la Asamblea General, Raymond Wolfe, con el enviado especial de la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari.

El diplomático nigeriano concluyó el pasado 3 de febrero una visita de cuatro días al país asiático en la que se reunió con la jefa del movimiento democrático, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, pero no con el jefe de la Junta Militar, el general Than Shwe.

En el comunicado, el portavoz de D'Escoto, Enrique Yeves, indicó que el presidente de la Asamblea celebra que Gambari pudiera desempeñar durante su visita el papel de mediador a través de contactos con la oposición y representantes del Gobierno.

D'Escoto animó al Gobierno birmano a demostrar su compromiso con la mediación de la ONU mediante la formulación de "respuestas tangibles a las sugerencias específicas trasladadas por el enviado especial en su visita", señala Yeves.

También se unió al llamamiento del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a que los militares y la oposición reanuden el diálogo sin condiciones previas y mayores retrasos.

Yeves reiteró el apoyo de D'Escoto a los buenos oficios que desempeña el secretario general y a las gestiones en nombre de Ban que Gambari lleva a cabo.

Asimismo, destacó el papel importante que en esta situación desempeñan los países vecinos, los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y el grupo de países amigos de Birmania.

Gambari tiene previsto informar el viernes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del resultado de su séptima visita a Birmania desde que asumió el cargo en 2006.

En su reunión con el enviado especial, Suu Kyi denunció la persecución que sufren los demócratas por parte de la Junta Militar y le pidió que Ban no visite el país mientras los militares no pongan en libertad a todos los presos políticos.

La Junta Militar promulgó en 2008 una nueva Constitución que perpetuará a los generales en el poder.