Cuatro familias de refugiados birmanos llegaron este jueves a la República Checa, país que les ofreció asilo político. El Ministerio del Interior checo recalcó que Praga seguirá participando en los programas humanitarios de migración, promovidos por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Tras arribar a suelo checo, los 16 ciudadanos birmanos, entre ellos un bebé, fueron trasladados a un centro de asilo, situado en la localidad de Stráž pod Ralskem, Bohemia del Norte. En los próximos días les será otorgado asilo político, según informaron personeros del Ministerio del Interior checo.
Los birmanos refugiados en este país permanecerán varios meses en el centro de asilo, para aprender el idioma checo y adaptarse a la vida local.
Posteriormente obtendrán vivienda y trabajo, para poder integrarse con mayor facilidad en la sociedad checa, según recalcó Tomáš Haišman, del Departamento de Asilos y Migración del Ministerio del Interior.
“Estamos seguros que a pesar de la crisis económica y a la política actual de las autoridades locales frente a los trabajadores extranjeros, conseguiremos trabajo para los refugiados birmanos. Disponemos de los instrumentos necesarios para ayudar a los extranjeros que reciben asilo político en este país”, dijo Haišman.
El grupo de birmanos abandonó su país hace varios años, huyendo a Malasia ante las represiones de la junta militar. Durante meses se habían ocultado en la selva, temiendo ser deportados a Birmania, según señaló Dana Huñátová, ex embajadora de la República Checa en Malasia.
“Malasia no reconoce el estatuto de refugiado. Las autoridades de ese país no protegen a los birmanos que buscan amparo ante la junta militar de Birmania. Muy pocos birmanos logran llegar a un país democrático. En su mayoría son descubiertos por los servicios de seguridad malasios que los torturan y luego los deportan a Birmania”, señaló Huñátová.
Entre los birmanos que este jueves arribaron a la República Checa, hay una mujer que al huir, perdió en la selva a sus dos hijos pequeños. Éstos se ahogaron en un río en la frontera birmano-malasia, cuando su familia intentaba atravesarlo.
En octubre del año pasado, la República Checa acogió y concedió asilo político al primer grupo de exiliados birmanos, en el marco del programa humanitario de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU. Suiza, Dinamarca, Finlandia, Australia y Canadá son otros países que se han comprometido a recibir a refugiados de Birmania.