viernes, 29 de mayo de 2009

Aung San Su Kyi, presa y muy enferma- ¿Hasta cuándo esta farsa? por Aung Hla Tun

RANGUN (Reuters) - El partido de la líder opositora de Myanmar Aung San Suu Kyi expresó el viernes "grave preocupación" por su salud mientras ella se encuentra en prisión enfrentando cargos que podrían suponerle una condena de hasta cinco años.

"Es sabido que Daw Aung San Suu Kyi no ha podido dormir bien en las noches porque tiene calambres en sus piernas día tras día", dijo la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por su sigla en inglés).

Nyan Win, uno de los abogados de Suu Kyi, dijo que la corte decidió retrasar los argumentos finales en el caso hasta el 5 de junio. La audiencia final se debía realizar el lunes.

"No nos dieron una razón", dijo a Reuters.

Suu Kyi, de 63 años, fue trasladada desde su casa a un apartado en la famosa Prisión Central Insein de Rangún el 14 de mayo para enfrentar cargos por violación a su arresto domiciliario. Sólo días antes, había sido tratada por baja presión sanguínea y deshidratación.

La NLD dijo que ella "necesita desesperadamente un tratamiento médico adecuado y estamos muy preocupados por su salud".

Suu Kyi ha pasado más de 13 de los últimos 19 años en algún tipo de detención, y activistas temen por su salud si es condenada, como se espera ampliamente.

Se enfrenta a entre tres y cinco años en prisión si es declarada culpable de romper las condiciones de su arresto domiciliario por permitir que un intruso estadounidense se quedara en su casa por dos días luego de nadar hasta su hogar el 4 de mayo.

El caso ha sido condenado por Occidente como una farsa para mantener a Suu Kyi detenida durante las elecciones que el Gobierno ha prometido para el próximo año y rechazado por los críticos como una treta para afianzar casi medio siglo de liderazgo militar del país.

El intruso estadounidense, John Yettaw, ha dicho a la corte que Dios lo envió para advertir a Suu Kyi que iba a ser asesinada por "terroristas".

Suu Kyi ha negado conocer sus planes de antemano y culpado del incidente a una brecha de seguridad, por la cual ningún funcionario ha sido castigado.