jueves, 14 de mayo de 2009

Ban reitera su llamamiento a junta militar birmana para que libere a Suu Kyi

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró hoy su llamamiento a la Junta militar de Birmania (Myanmar) para que libere a la líder opositora Daw Aung San Suu Kyi y advirtió que ella es "una figura imprescindible" en el diálogo político interno que trata de impulsar el organismo mundial.

"Como ha dicho repetidamente, el secretario general cree con firmeza que Daw Aung San Suu Kyi y todos los que tienen algo con que contribuir al futuro de su país debe tener la libertad para hacerlo, para así asegurar que el proceso político tiene credibilidad", dijo la portavoz de la ONU, Marie Okabe, en una conferencia de prensa.

Okabe señaló que Ban está profundamente preocupado por el ingreso en prisión hoy de la Premio Nobel de la Paz, Suu Kyi para ser juzgada por la presunta violación del arresto domiciliario que la mantiene confinada desde hace seis años.

"El secretario general considera que Daw Aung San Suu Kyi es una figura imprescindible en el diálogo de reconciliación nacional de Myanmar e insta al Gobierno a no adoptar ninguna otra medida que pueda socavar este proceso tan importante", agregó la portavoz.

La líder de la oposición birmana ingresó hoy en la prisión de Insein para ser juzgada por incumplir los términos del arresto domiciliario, después del ingreso de un extranjero en su casa de Rangún.

Suu Kyi, de 63 años y que atraviesa por un periodo delicado en su estado de salud, fue conducida a primeras horas del día y custodiada por casi una veintena de policías a la cárcel de máxima seguridad, junto a las dos mujeres que la atienden desde que en 2003 la Junta Militar ordenó nuevamente su detención.

Las autoridades militares acusaron formalmente a Suu Kyi y a las otras dos personas de infringir la ley que "protege al Estado de la peligrosidad de los elementos subversivos", que es la aplicada para mantener cautiva a la líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), indicaron fuentes de la oposición.

Suu Kyi, a quien hace años desconectaron la línea de teléfono, tiene prohibida las visitas sin permiso previo de las autoridades y únicamente en ocasiones ha recibido a su médico y al enviado especial de Naciones Unidas en su casa de Rangún.

La acusación a Suu Kyi está relacionada con el misterioso caso de un ciudadano estadounidense que la pasada semana entró en la casa de la líder de la LND, tras burlar las medidas de seguridad y a los agentes que vigilan el perímetro de la vivienda durante 24 horas.

Naciones Unidas lleva a cabo desde 2007 gestiones para tratar de impulsar una negociación entre el Gobierno y la oposición birmanos, que hasta ahora ha dado escasos frutos por la resistencia de los militares al diálogo.

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