El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha "lamentado profundamente" el arresto de la líder del movimiento democrático birmano y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y ha dicho que "en lugar de haber sido detenida, debería haber sido liberada de su arresto domiciliario".
En un comunicado de prensa difundido hoy, el presidente del ejecutivo comunitario ha urgido a las autoridades de Myanmar a considerar las "consecuencias para la reconciliación nacional" que supondrá la detención de esta líder opositora y de otros presos políticos.
Aung San Suu Kyi ingresó ayer en la cárcel para ser juzgada por incumplir los términos del arresto domiciliario, después de la intrusión de un estadounidense en su casa de Rangún, en la que ha estado confinada durante los últimos seis años.
Las autoridades militares acusan a Suu Kyi de infringir la ley que "protege al Estado de la peligrosidad de los elementos subversivos".
Barroso ha recordado que la premio Nobel de la Paz, de 63 años, debería haber sido liberada de su arresto domiciliario, dado que se trataba de una "clara violación" de las leyes internacionales, tal y como determinaron las Naciones Unidas.
"Este paso habría sido un signo altamente positivo para el futuro político del país", ha recalcado el presidente de la CE.
El jefe del ejecutivo comunitario ha subrayado que utilizará "todos los canales" a su disposición para fomentar el diálogo y el esfuerzo común entre todos los partidos birmanos para construir un "futuro mejor" para Birmania.