domingo, 10 de mayo de 2009

Las lecciones del Nargis llegan a Barcelona y Madrid. Seminario en Casa Asia 12-13 de Mayo


Si el Ciclón Nargis ha demostrado al mundo algo no ha sido precisamente el destructivo poder de su naturaleza, si no la brutal indiferencia de la Junta Militar Birmania que ignora totalmente el sufrimiento de su pueblo. La comunidad internacional y los civiles en Birmania se movilizaron rapidamente para ayudar a las victimas, incluso en contra de unas leyes absurdas que les prohibian ayudar a los habitantes del Delta del Irrawaddy.

Un año despues del Nargis, la noche del 2 de Mayo de 2008, el ciclón más devastador de la historia arraso el Delta llegando hasta besar el techo de la propia casa de Aung San Suu Kyi en Rangún- la capital del país-. Se cree que murieron más de 140.000 personas, que afecto severamente a 2, 5 millones de personas y que 14 millones de personas perdieron su modo de vida tradicional. En las horas cruciales despues de la tragedia, los pobres y desesperados birmanos, clamaban ayuda al cielo. Esperando quizas ver caer los paquetes de ayuda humanitaria, pero no cayo nada.

Ni en la peor tragedia orweliana la Junta hubiera tenido un papel. Rechazo inicialmente la ayuda, así como los equipos humanos y tecnicos. Nego los visados a los expertos e impidió que los barcos de Estados Unidos, Inglaterra y Francia que navegaban en sus costas acudieran a salvar a los birmanos. Los expertos dijeron que " hubiera bastado 48 horas" para hacer una operación aerea de salvamento. Pero no estaba escrito en el corazón de la Junta la palabra compasión, tenian otros asuntos más importantes: habia que votar.

Sabemos y vimos como miles de trabajadores humanitarios- mayoritariamente birmanos- agencias, organizaciones no gubernamentales registradas o no-, y refugiados que vivian al otro lado de la frontera, cruzaron los obstaculos... cómo solo un birmano ha aprendido a hacer en 40 años de opresión. Los monjes budistas trabajaron codo a codo con sus hermanos musulmanes y crisitianos, alojaron a los afectados en los monasterios, iglesias, mezquitas. En pequeñas barcazas llevaron los sacos de arroz, los botes del agua. No les importo que los militares estuvieran en las carreteras creando checkpoints. Las fuerzas de seguridad se encargaron principalmente de prohibir la entrada al Delta. Era necesario que Than Shwe tuviera su dia de gloria en la elecciones del dia 10 de Mayo.

Gano por el 92 % de los votos, no podemos menos que dudar de la alta participación incluso en el Ciclón.

Muchas agencias internacionales y gobiernos ayudaron economicamente al Programa Mundial de Alimentos, y mucho de esos fondos lamentablemente fueron a la Junta Militar Birmania- que es el segundo país más corrupto del mundo-. Aplaudimos los esfuerzos de todos aquellos que quebraron las normas y cruzaron el Delta, a aquellos que no se rindieron y que se pusieron rapidamente a reconstruir. Pero los esfuerzos que pueden hacer los civiles son minimos en una tragedia semejantes. Son loables pero insuficientes.

El gobierno ha seguido obstaculizando el trabajo de las pocas ONGS que quedan dentro del país, y sin el desarrollo apropiado dificilmente la zona del Delta como otras podran salir algun dia de la miseria. Birmania es pobre porque es rica, esta empobrecida y destituida y sufre esperando un cambio politico que parece no llegar nunca.

Hay una dimensión silenciada del post- Nargis en todos sus esfuerzos de reconstrucción. Sabemos que se necesitan casi 11 billones de dolares, que Tailandia, Asean e incluso China, India y Japan lo reconocen. Pero nadie habla de reconstruir la democracia, la paz o la justicia. Nadie habla de los 2100 presos politcos, de los 21 que no hicieron otra cosa que ayudar a los supervivientes del Nargis. Zarganar- el cómico- fue condenado a 59 años iniciales que luego se redujeron en 35.

¿Cuales son las lecciones que hemos aprendido en este post- Nargis?. Muchas estan silenciadas, otras no podemos ni decirlas- porque resultarian increibles-, pero dos cosas me vienen a la mente. La primera es que la Comunidad Internacional con ONU, China, Asean, Japon, Estados Unidos y EU en los pocos dias despues del Nargis deberian de haber forzado y entrar en el Delta. Solo para salvar vidas, lo hicieron en otras ocasiones por mucho menos, y esa imperfección internacional seguro que nos ha costado muy cara. Muchos birmanos hoy vivirian, los que quedaron tendrian ya casa y una vida mejor... y nos hubiera costado menos en todos los sentidos.

La segunda lección es peor. Los amigos de la Junta que se sientan en Peking, Delhi, Bangkok, Tokyo y ahora Andorra, no han sido muy criticos con sus amigos y han preferido defender sus intereses. No hay un plan unido de presión para la mejora de los derechos humanos en Birmania, no ha reconocimiento internacional de lo que paso en el Delta- el mundo suele pagar muy bien esas amnesias, recuerden el Holocausto-. No ha habido reconocimiento, ni explicación, ni razón alguna de tal proceder criminal, porque entre todos estamos perpetuando este regimen represivo y egoista.

En Birmania no paso tan solo un desastre natural, la Junta Militar, sus amigos y aquellos que negando aceptamos las injusticias formamos parte de esos complices genocidas silenciosos que asesinan calladamente para no perder sus privilegios