viernes, 15 de mayo de 2009

Asia se une a condena por arresto de líder opositora birmana-. de Peking a Yakarta pasando por Tokio- Unanime condena

BEIJING, CHINA.- Indonesia, Japón y Singapur se sumaron hoy a la condena internacional por el encarcelamiento de la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi, acusada de incumplir las condiciones de su arresto domiciliario.

La Premio Nobel de la Paz 1991 fue encarcelada la víspera por la Junta Militar que gobierna Myanmar (antes Birmania) por no cumplir los términos de su arresto domiciliario tras reunirse con un estadunidense que también fue inculpado y será juzgado.

'El gobierno indonesio está muy preocupado por el arresto arbitrario de Suu Kyi bajo cargos inapropiados. No vemos que vaya a salir nada bueno del juicio", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.

El canciller japonés Hirofumi Nakasone dijo que su país "sigue lo que sucede con grave preocupación", según declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

Singapur señaló por su parte que la decisión de la Junta supone un revés al proceso de reconciliación nacional en Myanmar, un país situado en el sureste asiático en el que según Naciones Unidas hay más de dos mil 100 prisioneros políticos.

"Nos preocupan las informaciones recientes sobre su mala salud y que su detención pueda empeorar su estado", dijo la cancillería en un comunicado.

China e India, dos actores con mucho peso en la Junta Militar que gobierna Myanmar desde 1962, sobre todo el primero, se abstuvieron por el momento de hacer comentarios al respecto.

La víspera países como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Tailandia, así como de la organización Amnistía Internacional (AI) condenaron la decisión del gobierno de Myanmar sobre Suu Kyi.

La líder opositora, quien estaba bajo arresto domiciliario desde 2003, fue trasladada la víspera a la prisión de Insein, al norte de Rangún, donde será juzgada el próximo día 18 por reunirse con el estadunidense John Yettaw la semana pasada en su casa.

Suu Kyi es la secretaria general de la Liga Nacional para la Democracia (LND), un partido que en 1990 ganó las elecciones legislativas en Myanmar, pero los militares se negaron a aceptar los resultados.