El relator de las Naciones Unidas sobre Birmania, Tomás Ojea Quintana, expresó hoy su preocupación por el "arresto ilegal" de la líder de la oposición política y Premio Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi, y reclamó su "liberación incondicional".
Suu Kyi fue trasladada ayer a una cárcel desde su hogar, donde cumplía arresto domiciliario desde 2003, debido a la intrusión de un ciudadano estadounidense en su casa, por lo que fue acusada de alterar la estabilidad del Estado.
Según el relator de la ONU, Suu Kyi y dos de sus asistentes fueron llevados a la cárcel de Insein, tras comparecer en un tribunal que les juzgará el próximo día 18.
Ojea Quintana recalcó que, "en vista de que su hogar (el de la líder política) es resguardado por fuerzas de seguridad, la responsabilidad de prevenir las intrusiones y alertar a las autoridades recae sobre las fuerzas de seguridad y no sobre Aung San Suu Kyi o sus ayudantes".
"Pido al Gobierno de Birmania que los libere", indicó el representante de las Naciones Unidas, quien agregó que su solicitud se extiende a los 2.156 prisioneros de conciencia en Birmania, que "deben ser puestos en libertad antes de las elecciones de 2010".
La situación de Suu Kyi ha generado una ola de solidaridad internacional, ante la que la Junta Militar que gobierna Birmania ha hecho hasta el momento oídos sordos.