El Gobierno ha expresado hoy su solidaridad con la dirigente birmana y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, arrestada ayer por la autoridades militares de su país, y ha pedido su inmediata liberación.
Aung San Suu Kyi está acusada de incumplir los términos del arresto domiciliario, después de la intrusión de un estadounidense en su casa de Rangún, en la que ha estado confinada durante los últimos seis años.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, que dirige Miguel Ángel Moratinos, ha difundido un comunicado en el que espera que las autoridades birmanas "sean conscientes del reconocimiento y aprecio" que la premio Nobel tiene en la sociedad y la opinión pública españolas. Y reclama que le sea otorgado un tratamiento "adecuado a su dignidad". También solicita que todos los presos políticos que, como ella, se encuentran privados de libertad "de forma ilegítima", sean puestos en libertad de forma inmediata.
Solidaridad de la Unión Europea
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha "lamentado profundamente" el arresto de la líder del movimiento democrático birmano y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y ha dicho que "en lugar de haber sido detenida, debería haber sido liberada de su arresto domiciliario".
En un comunicado, Durao Barroso urge a las autoridades de Myanmar a considerar las "consecuencias para la reconciliación nacional" que supondrá la detención de esta líder opositora y de otros presos políticos, porque sería "un signo altamente positivo para el futuro político del país".
El jefe del Ejecutivo comunitario ha subrayado que utilizará "todos los canales" a su disposición para fomentar el diálogo y el esfuerzo común entre todos los partidos birmanos para construir un "futuro mejor" para Birmania.