viernes, 15 de mayo de 2009

Indonesia y Singapur condenan la detención de Suu Kyi y piden su liberación

Los Gobiernos de Indonesia y Singapur protestaron hoy por la detención "arbitraria" de la líder del movimiento democrático birmano y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y pidieron a la Junta Militar de Birmania (Myanmar) que la libere.

"El Gobierno indonesio está muy preocupado por el arresto arbitrario de Suu Kyi (...) bajo unos cargos inapropiados. No vemos que vaya a salir nada bueno del juicio", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.

Las autoridades indonesias se preguntaron por qué la líder birmana de 63 años y con un delicado estado de salud debía pagar el que un intruso se colara en su casa, como hizo un ciudadano estadounidense la semana pasada.

El norteamericano John William Yettaw pasó al menos una noche en la vivienda de Suu Kyi y fue detenido el 6 de mayo por los cuerpos de seguridad después de abandonar la vivienda de la avenida de la Universidad en Rangún, la antigua capital y mayor ciudad del país.

Los pormenores de la intrusión no están claros, pero Suu Kyi, que cumplía arresto domiciliario desde 2003, fue acusada ante un tribunal el jueves pasado de ayudar a un criminal y de alterar la estabilidad del Estado, cargos que el Código Penal castiga con penas de tres a cinco años.

El Gobierno de Singapur señaló que el ingreso de la Nobel de la Paz de 1991 en la sórdida penitenciaría de Inseión, a las afueras de Rangún, constituye un revés al proceso de reconciliación nacional en ese país.

"También nos preocupan las informaciones recientes sobre su mala salud y que su detención pueda empeorar su estado", dijo el Ministerio de Exteriores de Singapur a través de un comunicado.

Indonesia y Singapur pertenecen con Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Laos, Malasia, Tailandia y Vietnam a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), organismo que lleva desde hace doce años tratando de que el régimen militar birmano acometa reformas dirigidas a la reconciliación nacional y democratizar el país.

Japón, Australia y Nueva Zelanda también se han unido a los llamamientos internacionales para la puesta en libertad de forma inmediata de Suu Kyi.

Las organizaciones Amnistía Internacional y Human Rights Watch instaron al Consejo de Seguridad de la ONU, China, India y la ASEAN a que presionen al Gobierno birmano en este sentido.

"Las autoridades militares se han aprovechado de una extraña intrusión para llevar a Suu Kyi a una de las prisiones más famosas y miserables del país", dijo Elaine Pearson, de Human Rights Watch.

"China e India, como principales socios de Birmania, y la ASEAN deberían condenar esta injusticia y usar su influencia para presionar para su liberación", añadió Pearson.

La secretaría general de la ASEAN hasta el momento no se ha pronunciado, pero el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo el mismo día que detuvieron a Suu Kyi que es "una figura imprescindible" en el diálogo político que trata de impulsar el organismo multilateral en Birmania.

"El secretario general cree con firmeza que Suu Kyi y todos los que tienen algo con que contribuir al futuro de su país debe tener la libertad para hacerlo (...) e insta al Gobierno a no adoptar ninguna otra medida que pueda socavar este proceso tan importante", dijo la portavoz de la ONU, Marie Okabe, en una conferencia de prensa.