lunes, 19 de mayo de 2008

Decenas de niños hacen cola para recibir un platano como unico alimento.

Nunca antes la humanidad había sido testigo de la tozudez de una administración como es el caso del régimen militar que gobierna Birmania que se niega a aceptar la entrada de ayuda y cooperantes extranjeros para asistir alrededor de 2 millones de personas que fueron afectadas por el azote del ciclón tropical “Nargis”, hace más de dos semanas. El ciclón que devastó el delta del río Irrawaddy el 2 y 3 de mayo dejó alrededor de 78 mil muertos y 56 mil desaparecidos. Sin embargo, la ONU y el Gobierno estadounidense han indicado que la cifra de fallecidos muy probablemente supera los 120 mil. Despachos de las pocas agencias internacionales de prensa a quienes se les permitió ingresar a Birmania reportan una serie de informaciones que son recibidas con escepticismo por la comunidad internacional. Según Efe, el Ejército birmano está distribuyendo a su antojo y con improvisación la poca ayuda destinada a aliviar la catástrofe humanitaria. Es más, en algunos casos, la cúpula militar ha tenido el cinismo de colocar la fotografía del primer ministro el general Thein Sein en las cajas y víveres que han sido entregadas por organismos internacionales. Esta deplorable acción tiene el objetivo de hacer creer a la ciudadanía el “empeño” y la “preocupación” que tienen las autoridades birmanas con los millones de afectados, para así ganar adeptos en la segunda parte del referéndum constitucional que se llevará a cabo el próximo sábado 24 en las localidades que fueron afectadas por el ciclón “Nargis”. El jueves pasado, la Junta Militar anunció que su nueva Constitución que amplía los poderes castrenses recibió un apoyo abrumador de sus ciudadanos en un referéndum realizado días después de un devastador ciclón. La radio estatal dijo que un 92,4 por ciento de los 22 millones de votantes registrados aprobó la constitución, considerada por sus detractores una farsa destinada a consolidar el régimen militar. Además, dijo que un 99 por ciento de los ciudadanos fueron a las urnas, algo difícil de creer en una nación devastada por la furia del ciclón tropical. Preocupación en la ONU El Centro de Alojamiento de Derechos y Desahucios (Cohre), organismo dependiente de los Derechos Humanos, indicó en su página web que cientos de los miles de personas que perdieron sus viviendas carecen de refugio, agua y alimentos. Jean du Plessis, director adjunto del Cohre, mediante un comunicado dado a conocer en www.cohre.org/burma, señaló que las necesidades básicas de refugio, agua potable y alimentos de los birmanos son apremiantes. Los sobrevivientes están albergados en monasterios budistas o acampando al aire libre, bebiendo agua sucia contaminada por cadáveres de personas y animales. Los alimentos y medicinas escasean. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se hizo eco del temor de los especialistas de la organización de una posible aparición de brotes epidémicos que multipliquen la pérdida de vidas humanas y el sufrimiento que padece la empobrecida población birmana. TEXTO CONSTITUCIONAL VIGENTE Pretenden prolongar la dictadura militar El borrador constitucional que se votó en las urnas legitimará y prolongará la presencia de los militares en la vida política de Birmania a través de la "democracia dirigida" que proponen. Las principales formaciones de la oposición democrática y las organizaciones de las etnias minoritarias han rechazado su contenido por antidemocrático. El texto constitucional establece un Parlamento bicameral nacional (Pyidaungsu Hluttaw) y legislativos para cada uno de los siete estados (State Hluttaw) y de las siete regiones (Region Hluttaw) en las que dividen el país. Cada Cámara "incluirá representantes de las Fuerzas Armadas elegidos por el jefe del Ejército". El poder Ejecutivo recae en el Presidente del Estado, y se crean los poderes Legislativo y Judicial para que actúen con independencia. El presidente de Birmania lo elige el Colegio Electoral Presidencial, formado por el Legislativo, de entre tres candidatos a vicepresidentes. Presidirá por un mandato de cinco años, prorrogable una sola vez (el Jefe del Estado no se elige por sufragio universal). El Presidente de la nación decide la composición y propone el Gobierno, pero debe pedir al jefe del Ejército los candidatos militares para Defensa, Interior y Asuntos Fronterizos, y preguntarle si tiene aspirantes para otras carteras. Los militares nombrados ministros o viceministros "no necesitan retirarse o salir del Ejército", pero los civiles que ocupen esos cargos no pueden participar en las actividades de su partido político (lo mismo se estipula con el Presidente del país). Referéndum con mucho temor Rechazo Grupos de defensa de los derechos humanos dijeron que la votación, realizada el 9 de mayo, era una farsa pues el país es controlado por los militares desde 1962 y muy pocas personas se animaron a rechazar la Constitución por temor a represalias. El referéndum estuvo también afectado por gran cantidad de denuncias sobre intimidación y fraude. LOS ÚLTIMOS 60 AÑOS en el paÍs El Imperio británico conquistó el Reino birmano en el siglo XIX, acabó con la monarquía e incorporó el territorio a la India. Los birmanos debieron esperar hasta después de la II Guerra Mundial para alcanzar la independencia, en 1948. El general Ne Win, derrotado en las elecciones, tomó el poder con un golpe de Estado en 1962 y gobernó durante 26 años. En 1988, los estudiantes universitarios desafían al régimen militar en las calles de Rangún. La muerte de cientos de ellos y la detención de miles en una manifestación, el 8 de agosto, espolea una movilización nacional, contra la Junta. Al menos 3 mil personas se calcula que murieron ese mes a manos de los cuerpos de seguridad. El Gobierno anuncia el 18 de septiembre de 1988 la creación del Consejo de Estado para Restauración de la Ley y el Orden (Slorc), y Ne Win pasa a un segundo plano. Suu Kyi, Aung Kyi y Tin U fundan el 24 de septiembre la LND, que registrarán tres días más tarde como partido político. En 1989, el Gobierno anuncia elecciones parlamentarias para el año próximo y somete a arresto domiciliario a Suu Kyi, cuyo partido vence las elecciones con más del 82 por ciento de los votos, pero SLORC desacata el resultado. Suu Kyi, en su segundo año de arresto domiciliario, recibe el Nobel de la Paz en 1991. La Convención Nacional comienza a redactar en 1993 una nueva Constitución, cuyo borrador se completa en 2007 sin la participación de la oposición democrática. En septiembre de 2007 comienza una campaña sistemática de detenciones y actuaciones que aplasta las marchas pacíficas. La ONU calcula que las fuerzas de seguridad mataron a 37 personas, mientras que la disidencia eleva la cifra a más de 200 y los detenidos a 6 mil. A principios de 2008, la Junta Militar anuncia que someterá el texto constitucional a un referéndum el 10 de mayo y, si se aprueba, organizará elecciones legislativas en 2010.