KYAUKTAN, Myanmar (Reuters) - La junta militar que gobierna Myanmar comenzó el viernes a echar a la calle a familias desamparadas que estaban albergadas en refugios gubernamentales tras el paso del ciclo Nargis, aparentemente por temor a que los asentamientos se tornen permanentes.
"Es mejor que se vayan a sus casas, donde estarán más estables", dijo una autoridad del Gobierno en un campamento donde echaban a la gente.
"Aquí se apoyan en las donaciones y eso no es estable". añadió.
Residentes locales y trabajadores sanitarios dijeron que 39 campamentos vecinos a Kyauktan, 30 km. al sur de Yangón, estaban siendo evacuados como parte de un plan general.
"Sabíamos que en algún momento teníamos que irnos, pero esperábamos más apoyo", dijo el conductor de 'rickshaws' 21 años Kyaw Moe Thu, mientras dejaba el campamento con sus cinco hermanos y hermanas, la más pequeña de sólo dos años y medio.
Recibieron 20 cañas de bambú y algunas lonas para ayudarles a reconstruir su vida en el delta del Irrawaddy, donde 134.000 personas resultaron muertas o desaparecidas tras el paso del Nargis, el 2 de mayo.
"Ahora mismo, estamos decepcionados", confesó.
Cuatro semanas después del desastre, Naciones Unidas dijo que menos de la mitad de los 2,4 millones de personas afectadas por el ciclón han recibido ayuda, ya sea del Gobierno o de grupos de asistencia humanitaria.
Desde la ONU, que tiene trabajadores locales y extranjeros en el delta, se vertieron críticas cuando se conoció la información.
"Realmente no apoyamos un regreso prematuro a donde no hay servicios, y cualquier movimiento forzado o por coerción es completamente inaceptable", dijo Amanda Pitt, portavoz de la ONU, desde Bangkok.